Afalta de tres jornadas para el final de la liga regular, el encuentro de esta noche en Vista Alegre marcará el devenir de los play-offs de la ACB para el Baskonia. Y es que, si todo acaba como está ahora mismo, hay mucha diferencia entre acabar primero y segundo.

Quedar primero te da ventaja de campo en todas las eliminatorias y, si bien no garantiza nada, no es moco de pavo poder jugártela en casa. Ganando en Madrid, el Baskonia prácticamente se asegura esa ventaja; si no, deberá esperar a ver qué pasa en la última jornada, en la que los blancos visitan Badalona. Previamente, reciben a un Bruesa que no estará para heroicidades, mientras que por Zurbano pasarán dos cuasi-salvados, el Valladolid y el Lagun Aro, aunque un derbi es un derbi.

Pero es que, por si la primera motivación no fuera suficiente, hay otras dos variables que invitan a acabar arriba del todo. La primera es que el Barcelona, salvo sorpresa morrocotuda, será tercero, por lo que se cruzará en unas hipotéticas semifinales con el segundo. Y es que, aunque medirse al Joventut, más que probable cuarto, tampoco será sencillo, el Barça, pese a quedarse a las puertas de la Final Four en beneficio de Unicaja y a su último tropezón en el Bizkaia Arena, ha ido a más.

«Largo me lo fiáis» dirá algún Tenorio, y puede que con razón, porque no se sabe qué va a ser mejor el 31 de mayo. Lo que sí es valorable desde ya es el rival que conviene en el cruce previo. Con Akasvayu y Gran Canaria en tierra de nadie, Unicaja, Pamesa y Estudiantes se juegan las últimas dos plazas, con dos choques directos (Pamesa-Estudiantes y Estudiantes-Unicaja). Qué quieren que les diga, si los malagueños quedan séptimos, quien termine segundo el 13 de mayo lo va a tener complicado. A mí, desde luego, no me haría ni pizca de gracia.