El presidente de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Jaime Tejedor, calificó de «chapuza» la manera en la que se ha gestionado la campaña experimental de la anchoa en la que, según dijo, sería suficiente con que participaran «media docena de barcos, ninguno de ellos de arrastre pelágico».

Tejedor explicó a Efe que dicha campaña experimental se dividirá en tres fases, la primera de las cuales, llamada Pelgas, será de acompañamiento y contará con la participación de tres barcos franceses y otros dos guipuzcoanos y uno gallego, que podrían partir hoy mismo desde Santander. La segunda fase, denominada Biomar, se desarrollará del 3 al 22 de mayo, saldrá de Pasaia y contará únicamente con dos barcos de cerco grandes de Getaria y Lekeitio y otros tantos pequeños de Galicia y Cantabria. Tejedor precisó que las mayores discrepancias se centran en la tercera fase, conocida como Rastrillo, y concretamente en el reparto de las zonas en las que pueden operar los barcos de la cornisa Cantábrica: 6 de cerco grandes y 7 pequeños, y los 5 franceses.

Criticó que el 90% de las zonas hayan sido asignadas a los pescadores del Estado francés a pesar de que cuenta con menos embarcaciones en esta campaña. «Pedimos que nos den más espacio», enfatizó Tejedor, quien criticó toda la gestión llevada a cabo de la pesquería de la anchoa. Consideró «demencial» que cada día que haya «sorpresas mayúsculas» y dijo que reclamarán a la Comisión Europea que les otorgue las ayudas estipuladas. Recalcó que con la venta de la anchoa capturada en esta campaña experimental no se buscan soluciones y se «hipoteca el futuro» del sector».