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«El premio me lo ha dado el pueblo saharaui, pero quiero que la película trascienda"

Astrid OSTER, Realizadora de vídeo documental

«Hacia el mundo en tus ojos» es el vídeo documental con el que Astrid Oster acaba de ser premiada en el Festival Internacional de Cine del Sahara, «Fisahara». La realizadora alemana, residente en Gasteiz, ha desarrollado este proyecto de sensibilización para que sean los propios saharauis los que muestren ante la cámara, y al mundo, su vida cotidiana y sus anhelos.

En colaboración con las Asociación de Amigos y Amigas de la RASD, Astrid Oster viajó el año pasado a los campos de refugiados del Sahara Occidental para llevar a cabo allí un vídeo documental sobre la situación actual de los saharauis. 2006 había sido un año más duro, si cabe, para la población de Dajla, por las inundaciones que habían afectado gravemente al asentamiento. Éste es sólo uno de los temas que se abordan en los testimonios recogidos por la población afectada, porque el vídeo documental de la realizadora alemana, «Hacia el mundo en tus ojos», también recoge la voz de un pueblo que pide el reconocimiento internacional.

Astrid Oster estudió fotografía y videografía de los medios contemporáneos en Berlín y Barcelona. Actualmente reside en Gasteiz, donde combina su trabajo de documentalista con el de profesora de alemán. «No se puede vivir de hacer documentales», reconoce la realizadora alemana. Su trabajo de 60 minutos de duración acaba de ser galardonado, el pasado 15 de abril, con el premio «Rosa del Desierto» en el Fisahara.

¿Cómo surgió este proyecto?

El pasado año se celebró la Eucoco [Conferencia Europea de Coordinación del apoyo al pueblo saharaui] en Gasteiz, y en colaboración con la Asociación de Amigos y Amigas de la RASD, pensamos en crear este proyecto. Pretendíamos que la propia gente del Sahara hablara sobre lo que a ella le preocupa, el día a día o sus sueños cotidianos. Considero que hay mucha saturación de información por parte de los medios de comunicación. Por eso, ésta es una película en la que la gente de allí se entrega y habla. No todo el mundo tiene la posibilidad de viajar a un campamento de refugiados, yo he podido hacerlo y quiero que a través de esta película la gente pueda intentarlo también.

En el documetal convergen la fotografía y el vídeo. El proyecto es bastante curioso, ya que son los propios saharauis los que han tomado las imágenes. ¿Cómo se desarrolló?

Repartimos un total de 150 cámaras desechables, la mayoría en los wilayas (provincias) de Dajla y Smara, y de éstas recuperamos unas 140. No pensábamos que íbamos a recuperar tantas porque contábamos con que algunos carretes se estropearían por la arena, que otras fotografías saliesen mal, que muchas imágenes se repitieran y retrataran lo mismo: la familia, el trabajo, los quehaceres de la vida cotidiana... y la verdad es que 140 cámaras es una cantidad muy elevada para representar la realidad. La selección de todas ellas resultó un trabajo duro. Las imágenes tomadas por la comunidad saharaui se mezclan con entrevistas en las que los saharauis cuentan qué y por qué han sacado esas imágenes.

El documental te ha hecho merecedora del premio «Rosa del Desierto» del Festival Fisahara. ¿Cómo ha recibido esta noticia?

Es un trabajo que ha recibido el premio del mismo pueblo saharaui, pero quisiera que esa realidad que acoge la película se viera más allá de sus fronteras. Estoy muy contenta, pero siempre te queda la duda de si el trabajo ha cumplido las esperanzas que la gente ha depositado en ti... y sobre todo si has llegado con tu mensaje. Parece que este premio así lo confirma y eso me dice que hay que seguir moviendo la película por Gasteiz, y de ahí en adelante por Araba, Euskal Herria, el Estado español... Ha colaborado mucha gente saharaui en este trabajo.

Queda pendiente el estreno y la distribución, ¿no es así?

La película se ha estrenado en el Festival de Fisahara, y no en la Eucoco del pasado año, tal y como estaba previsto, ya que a última hora hubo un cambio en el programa. Yo insisto en que me parece importante que la película se vea fuera de las fronteras del Sahara Occidental para que el mundo conozca la realidad de este pueblo. La Diputación alavesa y el Ayuntamiento de Gasteiz dieron ayudas económicas para desarro- llar el proyecto, pero de momento no se ha estrenado en la ciudad. El resto de la financiación tuvimos que ponerla mi mozo y yo. Por otra parte, yo misma me encargo de todo el tema de la distribución. Teniendo en cuenta que no soy de aquí, mis conocimientos sobre posibles festivales en los que presentarla son limitados. Además, tampoco me sobra mucho tiempo porque trabajo como profesora, tengo una hija de dos años, y es cuando saco tiempo libre cuando me dedico a la distribución. También quisiera resaltar que está subtitulada en inglés, castellano y euskara, por lo que es evidente que existe un trabajo muy duro detrás de este proyecto.

¿Tiene en mente algún otro proyecto?

No. De momento estoy saturada con la distribución de la película. Mi objetivo es que «Hacia el mundo con tus ojos» se vea aquí, y hasta que no termine con mis energías sólo las invertiré en esto. Por eso agradecería el apoyo para la distribución de la misma. En la asociación de Amigos y Amigas de la RASD se puede conseguir el DVD.

¿Qué relación guarda con el pueblo saharaui?

Resulta duro viajar allí y que no te impacte la realidad tan dura en la que viven. Es la primera vez que he viajado a los campamentos de refugiados y, sin duda, me ha afectado mucho. Guardo una relación muy especial con la gente con la que conviví durante el rodaje de la película.

Josune VELEZ DE MENDIZABAL | GASTEIZ

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