La Real perdió en Getafe una gran opción de salir de puestos de descenso al jugar un mal partido en la línea de los disputados contra Levante, Espanyol y Betis sin seguir el esperanzador camino tomado ante el Atlético de Madrid. Como en esos tres partidos anteriores, la Real jugó muy mal en ataque sin crear opciones de gol y en defensa concedió las suficientes facilidades como para que el Getafe fuera justo vencedor del partido.

Cuando se juega con un equipo de características defensivas con dos medios centros como Juanito y Garitano es difícil crear opciones de gol en ataque elaborado. Ante el Atlético las ocasiones llegaron principalmente gracias a la gran presión que realizaban los cuatro jugadores más adelantados, lo que permitía recuperar el balón arriba y llegar fácil y en buenas condiciones al área de Leo Franco.

Ayer la Real no presionó con esa agresividad ni jugó con esa determinación. Esperó más atrás y pareció conformarse por muchos momentos con un punto que hacían bueno las derrotas de los demás rivales. Pero para jugar así hay que tener más seguridad en el juego defensivo de la que tienen los de Lotina. En los cuatro partidos anteriores sólo habían encajado un gol, pero no tanto por no conceder ocasiones como por el desacierto de los rivales.

Ayer la Real concedió varias opciones en los comienzos de ambos tiempos, en los que salió muy mal y en los que Bravo estuvo acertado. El resto de los minutos los controló bien en defensa, pero concedió un claro remate de Maris de cabeza en el primer tiempo y una opción de Guiza tras un rechace de Bravo igual de peligrosa, además de la jugada del gol en un error de Juanito en la marca de Alexis.

Por contra en ataque, la Real apenas dispuso de oportunidades. La más clara la tuvo precisamente Juanito, el jugador clave del partido. En una falta le llegó un balón claro y cabeceó a las manos del Pato con toda la portería para él y luego permitió a Alexis marcar. Esas dos jugadores decidieron al partido porque en ataque a la Real sólo se le puede adjudicar un mal centro de Aitor que pegó en el larguero de un confiado Abbondanzieri, un disparo con la izquierda de Herrera y otro con la derecha de Savio, que en ambos casos acusaron rematar con la pierna mala y el internacional argentino no tuvo mayores problemas para detener los dos lanzamientos.

El Getafe, superior en el juego

El Getafe fue justo vencedor del partido porque tuvo mejores ocasiones y además jugó mejor a fútbol apoyado fundamentalmente en la aportación de Casquero, un jugador que lo ha hecho muy bien esta temporada en los dos partidos contra la Real. Los madrileños no tienen demasiada calidad en sus jugadores más adelantados, pero tienen claro cómo deben jugar en casa, reciben muy pocos goles y siempre marcan alguno. La rabia es que el Getafe lograra el suyo en una acción a balón parado, jugadas en las que un equipo tan necesitado como la Real debe estar más concentrado. Son demasiados los puntos que ha perdido esta campaña por remates sin oposición a la salida de saques de esquina y ese tipo de errores no se deben tener nunca y menos cuando se juega a marcadores tan cortos.

La Real no tuvo capacidad de reacción. A falta de delanteros en el banquillo, Lotina recurrió a colocar a Ansotegi de referencia arriba sin éxito mientras el Getafe acertaba a dejar pasar los minutos. Hasta cuatro seguidos consumió en el corner izquierdo de su ataque ante la impotencia de los realistas.

Mal de muchos no es consuelo

Lo único bueno de la jornada fueron los resultados de los demás partidos, que invitan a pensar que la permanencia va a resultar más barata de lo previsto, y sobre todo la imagen que trasmiten los rivales más directos. Al margen de que el Nástic pierde gas en los últimos partidos, el efecto Stoichkov parece esfumarse en Vigo, tampoco Abel Resinos ha cambiado la trayectoria descendente del Levante y los dos siguen a tres puntos de la Real. Claro que cada vez falta menos, los blanquiazules siguen por detrás y la salvación no va a llegar porque pierdan siempre los rivales, que además algún día ganarán. Es mejor pensar que serán necesarias cuatro victorias en seis partidos y que la primera puede llegar ante el Barcelona en un partido en el que la motivación de los de Lotina seguro que se parecerá más a la de la visita del Atlético.