EA aprovechó la jornada de ayer para presentar la candidatura, con Ricardo Barainka al frente, de esta formación para las Juntas Generales de Bizkaia. En un acto celebrado en un céntrico hotel de la capital vizcaina, la presidenta de EA señaló que «no existe ningún argumento para retrasar la solución definitiva al contencioso vasco», ya que al parecer de la máxima mandataria de esta formación «no se puede mantener a un pueblo en una situación de pervivencia de un conflicto político, sufriendo por tanto, y sin resolver las cuestiones que tienen que ver con el principio democrático básico, clave de comienzo, que es que los pueblos tienen derecho a tomar decisiones para sí mismo». Por tanto, Errazti denunció «los intentos de retrasar lo que es irreversible, que es un proceso de paz y normalización política». Así las cosas, defendió «una paz sin excepciones, con una reconciliación basada en el respeto y la empatía, pero sin agravios ni distinciones».

A juicio de la presidenta de EA, también «es necesaria la implicación de los candidatos ya que estamos en un momento clave en el que nos jugamos el futuro».

A lo largo de su intervención en Bilbo, Errazti se preguntó si el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, «hace una apuesta democrática de verdad o no». Al mismo tiempo, interpeló al líder del PSOE para que aclare de una vez por todas «si acepta que aquí hay un pueblo con derechos democráticos, y si respetara lo que decida». Por último, resaltó «la importancia de lograr la cohesión social y territorial» de Euskal Herria.

Por su parte, el candidato de este partido a Juntas Generales de Bizkaia, Ricardo Barainka, demandó «un sistema tributario justo y progresivo, que garantice recursos suficientes y que persiga el fraude fiscal». En temas de política general, Barainka, destacó que «apuesta por vías democráticas y pacíficas para conseguir objetivos y destacó que la violencia ETA no representa a este pueblo».

«Liderazgo institucional»

En Donostia intervino el presidente de EA en en Gipuzkoa, Iñaki Galdos, quien consideró «imprescindible el liderazgo de las instituciones en el proceso de paz y normalización». A su juicio, dicha responsabilidad «en ningún caso se puede dejar caer en manos de quien no se lo merece», en clara referencia hacía el protagonismo adquirido por la izquierda abertzale, a la que descalificó indicando que «no asume su responsabilidad».