Me comeré mis palabras. Y visto el tamaño de las que lancé, quizá me empache. Pero me las comeré. Me equivoqué contigo, François, pensé que no tardarías ni tres segundos en caer en brazos de Nicolas, que te conformarías con algún ministerio y con negociar al alza el número de parlamentarios en la Asamblea Nacional. Pero me equivoqué.

No supe ver que eres una persona de ambición desmedida y no sueñas con un simple Ministerio sino con la Historia. Si te hiciste profesor no fue para impartir clases, que los alumnos del instituto de Donapaule aún esperan que aparezcas por la puerta, sino porque te apasiona la visión histórica de la vida, los grandes momentos, los grandes protagonistas, y te encantaría entrar en la Historia con grandes titulares. Y el ministro de Protección Social no entra en la Historia.

Bonita jugada. No le das tu apoyo ni a Sarko ni a Ségo, pero al primero le satanizas con lo que pones una gran distancia con el jefe del partido del que todavía eres aliado. Y anuncias la creación de una nueva formación política, le Parti Démocrate, un «gran partido de centro» con el que morder a los dos bloques PS-UMP en las legislativas que llegan tras la resaca de las presidenciales. La estrategia es audaz. Pero totalmente lógica desde el punto de vista de un ambicioso profesor de Historia.

Porque, aparte de la enemistad de Sarkozy, no arriesgas mucho. Hasta hace unos días, la UDF cotizaba tan a la baja que se contaban más centristas en la UMP que en tu partido, y los que te quedaban andaban haciendo las maletas. Refundando el centro a tu imagen y semejanza buscas reinvertir en las legislativas los beneficios de un excelente resultado en las presidenciales. Y aunque esta segunda vuelta la gane Sarkozy, en las legislativas estarás en mejor posición para negociar con él tus diputados. O para plantarle cara, porque en muchas circunscripciones el voto útil de la izquierda burguesa y de la menos burguesa te elegirá a tí, François. Y en caso de que a Ségolène Royal le suene la flauta, mejor, porque podrás dirigirte a Sarkozy de igual a igual y medir fuerzas dentro de un mes.

Toda una estrategia, François, para soñar con ser el primer profesor de Historia de secundaria en llegar a la presidencia de la República. Toda una ambición.