El enfrentamiento que se vive en Turquía entre el Gobierno del islamista AKP, por un lado, y el Ejército y los sectores laicos kemalistas, por otro, vivió una tregua ayer a la espera de que el Tribunal Constitucional (TC) emita su veredicto sobre la validez de la primera vuelta de la elección presidencial, a la que opta el ministro de Exteriores, Abdullah Gül.

Tras la apertura de la sesión después de un fin de semana agitado, la Bolsa de Estambul bajó un 8% antes de recuperarse ligeramente, mientras la lira turca se depreció en los mercados internacionales.

El Tribunal Constitucional deberá dar a conocer su decisión antes de la segunda vuelta, prevista para mañana por la tarde en el Parlamento, según anunció su presidenta, Tülay Tugcu.

«Prevemos que la decisión esté tomada para el martes [hoy], pero puede que se retrase al miércoles por la mañana», declaró antes de subrayar que el TC estuvo trabajando durante el fin de semana para preparar su dictamen.

Para el principal partido de la oposición, el socialdemócrata CHP, que ha interpuesto el recurso de nulidad, la apertura del escrutinio presidencial del viernes pasado en el Parlamento necesitaba un quórum de 367 diputados (de un total de 550), que corresponde a la mayoría cualificada de dos tercios necesaria para la elección en la primera vuelta.

En esa votación únicamente estuvieron presentes 361 diputados, de los que 357 votaron por Gül, el único candidato.

El presidente del Parlamento, Bülent Arinç (AKP), en cambio, señaló que bastaba con un quórum de 184 diputados.

Si los once jueces del TC se posicionan a favor del recurso del CHP, el proceso de elección presidencial será anulado y se convocarán elecciones legislativas anticipadas en un periodo de 45 a 90 días.

En los últimos días, la oposición, la mayoría de los medios de comunicación, asociaciones y grupo de presión -como la poderosa patronal Tüsiad- se han manifestado a favor de elecciones anticipadas, ya que consideran que ésta es la única vía para «impedir que Turquía caiga en el caos».

Los defensores de la laicidad consideran que el AKP del primer ministro Recep Tayyip Erdogan busca islamizar el país, pese a que desde la llegada al poder se defina como «demócrata conservador».

El domingo, un millón de personas se manifestaron en Estambul a favor de la defensa de los fundamentos laicos de la República turca, mientras que el 14 de abril se reunieron en Ankara un millón y medio.

Asimismo, el viernes, en un comunicado, el Ejército acusó, en términos muy duros, al Gobierno de no defender los principios laicos y recordó que los militares estaban «dispuestos» a hacerlo.

Este pronunciamiento trajo a la memoria los anteriores golpes militares padecidos por Turquía -1960, 1971, 1980 y 1997-. El Gobierno de Erdogan respondió tajantemente, recordando que los militares deben obedecer al Ejecutivo, mientras que Gül afirmó el domingo que no tenía pensado retirar su candidatura. «El Tribbunal Constitucional, sin duda, realizará la mejor evaluación posible de la situación y llegará a una buena decisión», declaró Gül.

Si el Constitucional desestima el recurso del CHP, Gül no tiene apenas ninguna posibilidad de lograr los dos tercios de los votos que necesita en la sesión de mañana. El candidato del AKP estaría abocado a una tercera vuelta, prevista para el 9 de mayo, en la que le bastaría con la mayoría simple, fijada en 276 diputados, que está a su alcance.