El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, propuso ayer en el Parlamento adelantar en cinco meses las elecciones legislativas al 24 de junio y hacer coincidir esa fecha con la elección directa por los ciudadanos del presidente de la República, para lo que será necesario cambiar la Constitución.

En medio de aplausos, Erdogan presentó esta propuesta al grupo parlamentario del gubernamental AKP (islamista) en un clima de fuertes tensiones y de rechazo del estamento militar por presentar al ministro de Asuntos Exteriores, Abdullah Gül, como único candidato a la Presidencia de la República.

Erdogan manifestó que la decisión del Tribunal Constitucional de exigir un quórum mínimo de 367 de los 550 diputados para comenzar en el Parlamento una votación para el cargo de presidente de la República es «una bala para la democracia».

También acusó al líder del CHP, principal de fuerza de la oposición, Deniz Baykal, de intentar influir en la decisión del TC para impedir llevar a cabo la primera votación en el Parlamento para elegir a Gül, que fue invalidada el martes por no tener el quórum suficiente. Los parlamentario del CHP, (socialdemócrata fundado por Kemal Atatürk), y los de los conservadores ANAVATAN y DYP no participaron en la votación para impedir que se alcanzara el quórum de 367 escaños.

La propuesta de Erdogan de elegir por sufragio directo al jefe del Estado supone un cambio radical en el sistema político turco y requiere una enmienda constitucional con la aprobación de tres quintas partes de los votos en el Parlamento, pero también puede ser sometida a escrutinio con un referéndum. «Estamos incluso dispuestos a celebrar un referéndum», dijo Erdogan al subrayar su voluntad de que los votantes decidan sobre esta cuestión.

Por su parte, Baykal objetó esta opción al apuntar que el Parlamento ya ha cumplido con su tarea y que no puede materializar una enmienda constitucional.

CHP: «Busca un semisultanato»

El líder del CHP acusó al AKP, que dirige Erdogan, de querer convertir al país en «un semisultanato» y arrastrarlo «hacia la cultura de Oriente Medio».

La semana pasada, el Ejército envió una seria advertencia a Erdogan por haber querido convertir a un islamista como Gül en presidente de la República en un país de tradición laica como Turquía.

Baykal definió la crisis que vive el país como un periodo histórico, en el que «la gente puede participar en las cuestiones reales que afectan a la nación, despertarse para defender a la República» y consideró que la solicitud de elecciones anticipadas supone una victoria para el CHP.

Entre los cambios constitucionales propuestos por el AKP, además de las elecciones anticipadas, destacan la rebaja de 40 a 25 años para ser elegido en el Parlamento, acortar el periodo de la legislatura de cinco a cuatro años y elegir al presidente cada cinco años, en lugar de los siete actuales, con posibilidad de reelección, que ahora no está permitida.

Erdogan manifestó que está dispuesto a convertir «la democracia elitista» de Turquía en «una democracia real», lo que «ya se ha logrado en los cuatro años y medio que el AKP lleva en el Gobierno» y apeló a los cientos de miles de personas que se manifestaron contra Abdullah Gül en Ankara y en Estambul a que reflexionen sobre su actitud y a que se expresen a través de las urnas.