Tal y como había anunciado, el presidente estadounidense George W. Bush vetó el proyecto de ley para financiar las campañas bélicas en el exterior y que pedía el inicio a partir del 1 de octubre del repliegue militar de Irak.

Bush vetó la ley tras volver a la Casa Blanca tras su visita a la base área de MacDill, en Florida. A través de una declaración transmitida por televisión a todo el país, dijo que la ley «impondría un plazo rígido y artificial» para la retirada de las tropas. «Es ilógico decirle al enemigo cuándo piensa uno empezar a retirarse», añadió.

La Cámara de Representantes no logró anular el veto de Bush. 222 congresistas votaron a favor de anularlo, pero los 203 votos en contra impidieron alcanzar los dos tercios de votos necesarios para contrarrestar este veto.