El motivo de esta carta es expresar mi rabia e impotencia ante lo que estamos oyendo estos últimos días por Josu Jon y su partido con una arrogancia extrema.

Repasando desde el inicio de la tregua unilateral por parte de ETA, tras los dos meses de verificación y desde la propuesta de diálogo en el Parlamento español con su posterior apoyo incluso del Parlamento europeo, ¿qué han hecho? Responder con represión, deteniendo, torturando, ilegalizando, etc. Todo esto, por supuesto, con la colaboración del PNV y su policía, (remunerada con nuestro dinero), siendo a cambio apaleados y humillados. ¿Qué más podemos hacer?

Voy a poner un ejemplo. Cuando en una pareja uno de los dos es humillado y maltratado y el otro se rebela y dice «hasta aquí hemos llegado», ¿quién es la víctima? ¿El que se defiende de tanto atropello? En este pueblo lo único que hemos hecho es defendernos constantemente del estado represor, ya sea derecha, izquierda o Franco, y defender nuestro derecho a ser dueños de nuestra tierra. También hay que decir que el PNV «abertzale» no nos ha puesto más que palos en las ruedas y a la hora de la verdad siempre ha defendido a nuestros opresores. La verdad es que estoy indignada y sobre todo con ese personajillo que es Josu Jon, llamando a la independencia cosoberanía y reivindicando ser amigo de la España patria. Guárdate tu arrogancia y tu valentía para otros momentos, que si esta vez fracasa el proceso vosotros sois muy culpables, y no echéis la pelota en nuestro tejado, lo único que os interesa es el chanchullismo y seguir en la poltrona a costa del sufrimiento de los demás, y aquí incluyo a todas las víctimas, de un lado y de otro.

Desde aquí un saludo y un abrazo a todos los presos y exiliados, de los cuales me siento muy orgullosa.