«En siete años hicimos 17 películas juntos. Fue un trabajo duro y a diario. Tenía prisa por hacer sus películas y yo le ayudé en ello», rememoró ayer el guionista polaco Krzysztof Piesiewicz, en referencia a la relación profesional que le unía con el mito del cine Krzysztof Kieslowski (Varsovia,1941-1996). Con motivo del homenaje que la tercera edición del NEFF rinde al cine polaco, el Archivo del territorio Histórico (sito en el campus universitario) acoge una selección de carteles de las películas del director de la trilogía «Tres colores».

La exposición ha viajado desde Polonia a Gasteiz y ayer contó con la presencia del guionista por excelencia de Kieslowski, Krzysztof Piesiewicz, quien habló con GARA acerca del cine europeo y la figura del desaparecido director. «Trabajé con él en todas las películas a excepción de tres. Los carteles que aquí se muestran son una selección de los que se encuentran en el Museo de Cine de Lodz, en el que también se guardan objetos y textos personales de él. La mitad de los carteles que están aquí provienen de mi propia colección», subrayó el guionista de la recién estrenada película «El infierno».

«Esta muestra, sin embargo, no es una manera de conocer mejor a Kieslowski sino una señal que demuestra que, cuando alguien adopta un tono adecuado, se puede comunicar con todo el mundo», resaltó, haciendo clara referencia a la filmografía mundialmente conocida y reconocida de la estrella del cine.

Piesiewicz escribió los guiones de los films más exitosos de Kieslowski, como «Tres colores» -«Azul», «Blanco», «Rojo»-; «No matarás», «No amarás» o «La doble vida de Verónica». Los carteles de estas películas son algunos de los que recoge la mues- tra que data del período 1976 a 1994, con motivo de los estrenos cinematográficos en varios países de Europa y Asia.

Ejemplares únicos

La muestra incluye algunos afiches de gráficos polacos, entre otros los de Andrzej Pàgowski, quien adquirió el apodo del «cartelista de la corte de Kieslowski», así como los carteles de Jakub Erol y de Andrzej Krauze. Entre los de Pàgowski cabe resaltar la película «Amator» (Aficionado), que obtuvo el tercer premio en el Concurso Internacional del Mejor Cartel de Cine, organizado por la revista «The Hollywood Reporter», de Los Angeles (1980); el de «Przypadek» (La casualidad), que recibió la distinción en el mismo concurso, o el afiche «Bez ko ca» (Sin fin), galardonado en 1985 en el concurso del mejor cartel del mes y del año en Varsovia.

La exposición cuenta además con carteles únicos -hasta hoy en día se han conservado solamente algunos ejemplares de estos rótulos- como «Spokój» (La Calma) y los afiches de Joanna Tylus de las películas «Czerwony» (Rojo) y «Krótki film o mi osci» (No amarás).

Además de homenajear a Polonia con la proyección de varias películas de sus directores, el NEFF acoge largometrajes y cortometrajes de muy diversos países de Europa lo que en opinión de Piesiewicz es un encuentro interesante: «El cine ibérico tiene un impacto importante. Si bien el cine polaco no está en su mejor situación, tenemos que hacer una lectura sobre el cine europeo y es ahí donde está ocurriendo algo -incidió el guionista-. Es en este espacio donde va a aparecer un talento que sepa contar historias sinceramente y que al colocar la cámara no esté pensando en la alfombra roja». Piesiewicz aprovechó ayer la ocasión para incentivar a los jóvenes realizadores a crear sus propias películas y quiso hacer un llamamiento desde GARA a las nuevos realizadores de cine de autor. «Cuanto más veo este cine joven más insisto en que presenten historias con sinceridad, que se acuerden de la estructura clásica y que trabajen para elaborarlas», finalizó.