El «número dos» del Partido Nacional Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, señaló ayer que aún hay tiempo para que su formación y el Partido Liberal Demócrata puedan superar sus diferencias de cara a la formación de un Gobierno de coalición en Escocia. El SNP fue el partido más votado en las elecciones del 2 de mayo, en las que obtuvo 47 de los 129 escaños, una cantidad que, no obstante, es insuficiente para gobernar el solitario.

Sturgeon hizo esta afirmación después de que el Partido Liberal Demócrata, tercera fuerza política, descartase aceptar un referéndum sobre la independencia de Escocia, tal y como plantea el SNP.

«No hay conversaciones formales entre el SNP y los liberal demócratas. Tuvimos algunas conversaciones informales en las que Alex Salmond (líder nacionalista) dejó claro que había posibilidad de una negociación y un (acuerdo de) compromiso -indicó-. Pero lo importante ahora es sentarnos».

Sin embargo, pese a la insistencia, parece improbable que eso suceda, ya que el Partido Liberal Demócrata volvió a rechazar ayer la nueva invitación de Sturgeon de dialogar para formar un Gobierno de coalición. El líder de la formación, Nicol Stephen, insistió en que el principal motivo para rechazar tal opción es la intención del SNP de convocar el referéndum por la independencia y añadió que los nacionalistas se verán obligados a formar un Gobierno en minoría.

Explicó que había conversado con Salmond pero que no habían conseguido resolver sus diferencias sobre la consulta popular. «Le dejé claro que a menos que el SNP abandone la barrera fundamental de un referéndum de independencia durante los próximos cuatro años, no puede haber coalición».