Unos 400 niños acompañados de sus maestros iniciaron en Argentina la cuarta marcha, que recorrerá 4.600 kilómetros, para denunciar que «el hambre es un crimen». La marcha arrancó de Puerto Iguazú, en el límite de Paraguay y Brasil, con la asistencia de niños de la comunidad guaraní paraguaya Fortín Mbororé.

Argentina «se desangra en niños, más de la mitad de los menores de 18 años vive en la pobreza y decenas de menores de 5 años mueren al día a causa de la miseria», aseguró el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo.