Los siete niños fallecidos en el bombardeo estadounidense de ayer eran alumnos de enseñanza primaria en el colegio Al Saada de Mandali, localidad situada entre Bagdad y la frontera con Irán, según indicaron fuentes policiales iraquíes. El bombardeo, además, hirió de gravedad a otras tres personas, por lo que no se descartaba el incremento en el número de fallecidos.

Las mismas fuentes policiales iraquíes informaron de que el bombardeo fue llevado a cabo por un helicóptero de Estados Unidos y que el ataque se debió a «un error». Fuentes militares estadounidenses ni confirmaron ni desmintieron este bombardeo sobre el citado colegio.

La provincia de Diyala es una de las más conflictivas en el último año debido a los constantes ataques entre chiíes y suníes.

Tampoco ayer fueron éstos los únicos ataques con consecuencias mortales, ya que al menos 16 personas murieron y otras 70 resultaron heridas en un atentado con furgoneta-bomba ocurrido en un mercado popular de Kufa, considerada una ciudad santa por los chiíes y ubicada al sur de Irak.

La explosión tuvo lugar a las 10.00 de la mañana (la 8.00 en Euskal Herria) en la plaza Sheihristani, cuando el mercado al aire libre se encontraba muy concurrido, y dada la gravedad del estado de algunos de los heridos se contemplaba la posibilidad de que el número de muertos aumentara.

Un atentado suicida contra una comisaría, también en Diyala, mató ayer a dos policía iraquíes e hirió a una veintena más. Asimismo, el Ministerio de Defensa iraquí anunció que tropas del Ejército mataron a siete supuestos insurgentes y detuvieron a 125 más en varias operaciones realizadas en distintos puntos del país.

Según informaba ayer el diario árabe «Al Hayat», el clérigo Muqtada al Sadr, el líder chií más destacado en oponerse a la presencia de las tropas invasoras en Irak, ha iniciado un «plan de reformas y reconciliación» en el seno de su milicia, el Ejército Al Mahdi, con el objetivo de expulsar a los mandos involucrados en «acciones de violencia religiosa». «Sadr planea hacer cambio políticos y militares con la mirada puesta en aislar a los elementos rebeldes y fuera de la ley», señaló al diario Abu Jaffar al Abadi, uno de sus asesores. Además, quiere retirar a su grupo parlamentario de la gobernante Alianza Unida Iraquí.