A Imaz le habían preguntado en concreto si pensaba que el Gobierno español había tenido presente la Ley D'Hont y el reparto de votos a la hora de decidir qué listas de ANV impugnar y cuáles no. La pregunta, que incluía un evidente reproche al Ejecutivo de Zapatero, fue desviada por el presidente del PNV convirtiéndola en un ataque a la izquierda abertzale, señalando de manera indirecta que había sido Batasuna quien había confeccionado las candidaturas y había previsto a voluntad dónde le convenía presentarse y dónde no.

El líder jeltzale considera que a la vista del extraño «puzzle» de candidaturas que se ha compuesto tras la intervención del Tribunal Supremo -y si el Constitucional no lo remedia- la foto de los resultados que se produzca el 27 de mayo va a ser «confusa», con «auténticas debacles» de Batasuna escondidas «con aparentes éxitos electorales en municipios donde su hegemonía era evidente».

Josu Jon Imaz defendió que Batasuna pudiera presentarse abiertamente a las elecciones, porque su pronóstico es que se hubiera dado un «batacazo» y «hubiese sido magnífico que la sociedad vasca hubiese podido infligir una derrota electoral a ese mundo». A lo que añadió que, a su juicio, la democracia debe dar participación «a sus propios enemigos», porque con ello sale «reforzada».

Para ilustrar su teoría sobre la presentación de candidaturas confeccionadas para que unas pasaran y otras no, el presidente del PNV puso como ejemplo el caso de Nafarroa. «Alguno ha podido pensar que no le interesaba medirse en el Parlamento Foral navarro», dijo para señalar una lista que ha sido impugnada y anulada por el Tribunal Supremo. «Batasuna había sido segunda fuerza en Pamplona y tercera en el Parlamento. Llevaba camino de una auténtica debacle electoral que me hubiese gustado ver, hubiese sido un elemento deslegitimador del mundo político de la violencia importante».

Josu Jon Imaz es doctor en ciencias químicas, pero da la impresión de que en esta ocasión el científico, el encargado de comprobar empíricamente sus hipótesis antes de hacerlas públicas, ha sido traicionado por el político interesado en crear imágenes que le sean útiles para su estrategia, aunque no coincidan con la realidad.

Y la realidad es muy terca. Porque si el ejemplo de Nafarroa es esclarecedor, los hay incluso demoledores. ANV va a poder presentarse legalmente a las municipales en Errenteria, Hondarribia, Irun, Lezo, Oiartzun y Pasaia. Es decir, según la teoría de Josu Jon Imaz, espera obtener buenos resultados en todas esas localidades. Sin embargo, la lista a Juntas Generales de Gipuzkoa de ANV por la circunscripción de Bidasoa-Oiartzun ha sido prohibida, lo que el presidente del EBB atribuye a que los pillos de Batasuna saben que ahí les venía la debacle y han decidido «contaminarla» para que así no pase el filtro del Tribunal Supremo.

Pero resulta que esa circunscripción está conformada única y exclusivamente por las localidades antes citadas y es imposible que la izquierda abertzale obtenga en ellas un buen y un mal resultado a la vez.

Otro tanto ocurre en Gasteiz. La circunscripción para las municipales coincide con la de Juntas Generales. De hecho, por ella se eligen 39 de los 51 procuradores de todo el herrialde. La lista al ayuntamiento ha sido prohibida y la de JJGG legalizada. La pregunta a Josu Jon Imaz sigue siendo la misma: ¿Piensan los maquinadores de la izquierda abertzale obtener buenos y malos resultados a la vez?

¿Y en la circunscripción de Aiara? Es la única de las tres de Araba en la que ANV no podrá presentarse para las JJGG y, sin embargo, si podrá hacerlo en los municipios de Laudio y Amurrio, que agrupan el 84,1% de la población de la cuadrilla.

¿Y por qué no quiere presentarse en Ondarroa, donde podría ganar?