Un nuevo bombardeo de EEUU mata a decenas de civiles en Afganistán
Un nuevo bombardeo que la OTAN atribuye a fuerzas estadounidenses causó la muerte de una veintena de civiles en Afganistán. El ataque, perpetrado a última hora del martes en el distrito de Sangin, en la provincia sureña de Helmand, destruyó varias viviendas. Un portavoz talibán afirmó que «cientos de casas" quedaron derruidas en el ataque aéreo y elevó la cifra de civiles muertos a cincuenta. Hace tan sólo dos semanas, otro bombardeo mató a cuarenta personas.
GARA |
Una veintena de civiles, incluidos mujeres y niños, murieron el martes en Afganistán a consecuencia de un nuevo bombardeo aéreo de las fuerzas de EEUU en Sarwan Qala, en el distrito de Sangin, situado en la provincia sureña de Helmand.
Según informó el gobernador de Helmand, Assadullah Wafa, «unos 21 civiles, entre ellos, mujeres y niños fallecieron en el ataque perpetrado a última hora del martes».
Un vecino de la zona, Mohammad Asif, relató que cinco viviendas de la aldea de Soro fueron bombardeadas y que, al menos, murieron 38 personas y 20 resultaron heridas.
Sobre la autoría del ataque, Wafa afirmó que aviones de la Alianza Atlántica bombardearon una zona residencial argumentando que, supuestamente, había milicianos talibanes escondidos.
Desde Bruselas, el portavoz de la OTAN, James Appathurai, declaró que no se trata de una operación de la OTAN y responsabilizó de lo ocurrido a tropas estadounidenses.
Un destacado portavoz talibán, Qari Mohammad Yousif Ahmadi, también culpó a las fuerzas aéreas de Estados Unidos del bombardeo en el área de Garmawa y denunció que el número de muertos civiles asciende al medio centenar.
«Cientos de casas han sido destruidas y más de 50 personas han muerto», resaltó en un comunicado colgado en la página web de los talibanes.
La comandancia estadounidense, lejos de reconocer este hecho, negó que hubiera civiles muertos o heridos y dijo que «únicamente han causado bajas enemigas». Añadió que en la misma operación murió un militar mientras patrullaba con soldados del Ejército afgano y que milicianos talibán les dispararon con armas ligeras, además de lanzarles granadas de propulsión y obuses de mortero.
Desde que Estados Unidos invadió Afganistán en octubre de 2001, hay unos 16.000 soldados estadounidenses y otros 18.000 de la OTAN. A principios de esta primavera, unos 5.500 militares afganos y de la OTAN pusieron en marcha la llamada «Operación Aquiles» para expulsar a los talibanes de Helmand.
El bombardeo contra civiles del martes se produce tan sólo dos semanas después de que más de 40 personas perdieran la vida en otro bombardeo efecutado por las tropas de la OTAN en la provincia de Herat. Las autoridades afganas, incluyendo el presidente, que criticaron duramente la operación y miles de personas salieron a la calle para denunciar todas estas muertes y exigir la salida de las tropas de la OTAN y EEUU.
En las movilizaciones, como la realizada el 29 de abril en el distrito Bati Kot, fueron constantes los gritos contra Estados Unidos y su presidente.
El 4 de marzo, efectivos de la unidad de Infantería de Marina de EEUU dispararon de manera indiscriminada contra vehículos y transeúntes en la provincia de Nangarhar. El 29 de abril, hubo otro bombardeo en Herat.
La Cámara Alta del Parlamento afgano aprobó ayer una proposición de ley en la que pide el cese de las operaciones militares de la OTAN así como la apertura de un diálogo con los talibán. El proyecto de ley subraya la necesidad de iniciar negociaciones con los milicianos talibán de Afganistán y exige el fin de las operaciones de la OTAN. A este respecto, señala que cuando el Ejército y la Policía afgana estén nutridas por el suficiente número de efectivos, se deberá elaborar un calendario para hacer efectiva la retirada del país de las tropas internacionales.
Para obtener rango de ley, el proyecto debera ser aprobado por la Cámara Baja del Parlamento y ratificado por el presidente afgano, Hamid Karzai.
