La tensión es muy alta después de que ayer se reanudaran los enfrentamientos entre miembros de Al Fatah y milicianos de Hamas en distintos puntos de la franja de Gaza. Los choques armados, los más graves desde que en febrero ambos movimientos llegaran a un acuerdo para formar un Gobierno de unidad nacional y poner fin así a las luchas interpalestinas, se cobraron ayer la vida de al menos seis personas.

Los choques comenzaron por la mañana cuando varios desconocidos, supuestamente de Hamas, abrieron fuego en la localidad de Bet Lagya contra el coche en el que viajaba el comandante de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, de Al Fatah, Baha Abu Yarad junto a otra persona. Ambos resultaros muertos.

Al Fatah y Hamas se responsabilizaron mutuamente de la reanudación de los enfrentamientos. Los primeros responsabili- zaron a los segundos de este ataque, pero éstos lo negaron y agregaron que el acompañante de Baha Abu Jurad no pertenecía a Al Fatah, tal y como este grupo reivindicó al señalar que era el guardaespaldas del primero, sino que era «un hombre próximo a Hamas».

Tras este ataque, supuestos seguidores de Al Fatah abrieron fuego contra un grupo de fieles que salía de una mezquita de Hamas, causando dos muertos y una decena de heridos.

Por la tarde, dos miembros de las fuerzas de seguridad leales al presidente palestino, Mahmud Abbas, líder de Al Fatah, fallecieron al ser atacados por un grupo de militantes de Hamas en el sudoeste de la ciudad de Gaza.

Un portavoz de Al Fatah en el norte de Gaza, Hassan al-Uali, criticó al ministro del Interior, Hani Qawasme, de Hamas, por demorar la aplicación de un plan de seguridad ya aprobado.