Un escándalo de corrupción urbanística sobre una permuta de terrenos en Lisboa ha salpicado al alcalde de la ciudad, Antonio Carmona Rodrígues, independiente apoyado por el PSD, y a sus más cercanos colaboradores. Tras varios meses de crisis, Carmona insiste en su inocencia, pero la dimisión de todos sus concejales ha obligado a disolver el Gobierno municipal y a convocar elecciones anticipadas. La medida podría afectar al Gobierno portugués, ya que el ministro de la Presidencia podría ser el candidato socialista a la Alcaldía.