En estos tiempos en los que se habla tanto del supuesto cambio climático y da la sensación de que Euskal Herria va camino de convertirse en un país tropical, el Athletic como buen representante de su pueblo que es ha escogido un ritmo caribeño para escapar del descenso. Pasos lentos y pausados, pero sumando puntos bien sabrosos que amplían la distancia con la Segunda División a cuatro tras la derrota del Celta que ha sido empatado por la Real. Los dos conjuntos se enfrentan la semana que viene en Anoeta.

La visita del Deportivo se presentaba propicia para poner tierra de por medio con respecto a los rivales, pero los rojiblancos no pudieron aprovechar la ocasión para dar un salto importantísimo en la clasificación.

La nueva climatología también parece afectar a los jugadores. Murillo apenas se ha prodigado en facetas ofensivas en sus seis temporadas en Primera, pero ayer se erigió en el mejor ariete marcando su primer tanto picando de cabeza el balón en un córner. A Aranzubia, en cambio, el sol le debió impedir la visión en el lanzamiento de falta de Riki y se comió el empate.

Los más veteranos del lugar dicen que la temperatura agradable no le suele hacer ningún favor al Athletic y, por ello, Mané debió de preferir adiestrar a sus jugadores antes de comenzar el partido para que no cometieran ningún error por falta de concentración. En vez de buscar la portería contraria desde el primer minuto del partido y aprovechar la inercia que supone jugar en casa, el Athletic quiso mantener la cabeza fría y anteponer la solidez a las alegrías ofensivas.

En contraste con el tiempo, un equipo gris, ordenado y trabajador. Brasil queda todavía lejos visto el juego que puede dar ahora el equipo, pero ya se verá. Tiempo al tiempo.

Ante esta tesitura, el encuentro resultó por momentos soporífero. El Deportivo dudó al principio si era conveniente hacerse con el control, pero al decantarse los rojiblancos por esperar su ocasión bien colocados en defensa, dominaron el partido durante la primera media hora.

Esperando la ocasión

Los gallegos movieron con facilidad el balón en el centro del campo y la movilidad y velocidad de sus dos delanteros -Arizmendi y Juan Rodríguez- creó problemas a la retaguardia bilbaina. Una mala salida de Aranzubia en una falta y un remate de cabeza de Juan Rodríguez a centro de Riki a punto estuvieron de amargar la tarde.

Hasta los últimos diez minutos del primer periodo el Athletic no se soltó la melena y en dos acciones consecutivas Gabilondo e Iraola pudieron abrir el marcador. Una espectacular combinación entre Urzaiz, Etxeberria y Gabilondo en la frontal del área terminó con una volea de éste último que repelió Aouate y en el minuto siguiente, a un buen centro de Etxeberria desde la izquierda le faltó muy poco para entrar tras rematar forzado Iraola en el segundo palo.

Los rojiblancos no supieron explotar los huecos que dejaba Riki en la banda derecha en defensa ya que Expósito no anduvo nada fino a la hora de centrar. Javi González, en cambio, sí que atinó un poco mejor desde la izquierda.

Después de varias semanas entrando y saliendo de las alineaciones por sus actuaciones en una temporada en la que ha vivido de todo, el de Zorroza volvió a demostrar que es capaz de hacer lo mejor y lo peor en cualquier momento. Estaba aguantando bien el tipo en el lateral izquierdo y cuando más asentado se le veía, un despiste suyo al no guardar un rechace -aunque a su favor cuenta que no fue el único culpable- dejó solo a Estoyanoff en el costado derecho y su centro fue rematado de cabeza por Arizmendi al poste.

Aparece Pérez Burrul

La esperanza del Athletic era poder acertar en alguna de las ocasiones a balón parado con las que pensaba contar y por fortuna se encontró con un gol tras la reanudación por mediación de Murillo. Con lo que no contaban los rojiblancos después de adelantarse en el marcador era que el Deportivo igualara seguidamente en una falta. El árbitro aportó su granito de arena al obligar a repetir el lanzamiento a los gallegos tras detener el primer intento Aranzubia. En el segundo, el portero riojano se tragó el disparo de Riki.

Pérez Burrul no quiso perder su cuota de protagonismo en el encuentro y mostró numerosas amarillas en un cuarto de hora resultando expulsado por doble amonestación Capdevila. Con el rival mermado de efectivos, el Athletic se fue a por el gol de la victoria, sin embargo, ya no quedaba demasiado tiempo. Sendos remates de cabeza de Urzaiz y Llorente fueron el bagaje ofensivo del arreón rojiblanco.

Además, el Deportivo, aunque no tenía nada en juego en la clasificación, se esforzó en perder el tiempo en el tramo final del partido y en el descuento Sarriegi fue expulsado. Por lo tanto, ni tan mal el punto sumado en un encuentro catalogado en la previa como final.