El montañero Ricardo Valencia, natural de Iruñea pero residente en la localidad navarra de Getze, falleció a los 47 años de edad tras ser sorprendido por un alud en el Himalaya este fin de semana. El accidente, en el que también perdió la vida el aragonés Santiago Sagaste y a raíz del cual fue rescatada una montañera austríaca, se produjo en el campamento avanzado cuando los dos integrantes de la expedición del Club de Montaña Exea se disponían a atacar la cima del Dhaulagiri (8.167).

Tanto Valencia como Sagaste, a los que acompañaban en la expedición los zaragozanos Javier Serrano, José Ángel Sánchez y Luis Royo con el objetivo de lograr la primera ascensión aragonesa a esa montaña, eran dos alpinistas con una dilatada experiencia en el Himalaya. El vasco ya había ascendido con anterioridad al Cho Oyu, Gashembrum y Manaslu, mientras que el de Ejea de los Caballeros contaba en su palmarés con ochomiles como el Shisha Pangma y el Gashembrum.

La expedición, que realizó un intento fallido a la cima nepalí la pasada semana, señaló hace unos días en el «Periódico de Aragón» que esperaban al fin de semana para realizar el segundo ataque a la cumbre. «Seguiremos aguantando y luchando y cuando haya una ventana de buen tiempo iremos hacia la cima», anunció Sagaste. Y es que la nieve les obligó a dar marcha atrás el pasado lunes, cuando se encontraban en el Campamento III situado a 7.400 metros.

Los montañeros aguantaron dos días en esa altitud con el propósito de alcanzar la cima, idea que aplazaron hasta la jornada del fatal accidente. «Yo llegué el lunes, pero alcancé el Campamento III en malas condiciones y decidí darme la vuelta. Mis compañeros estuvieron esperando toda la noche, pero el día de cumbre no hizo otra cosa que nevar», describió el propio Sagaste en el artículo publicado el pasado jueves en el citado diario.

Accidente de helicóptero

Curiosamente, el Dhaulagiri también se cruzó en el camino de Ricardo Valencia en mayo de 2006. En esa ocasión, tras abandonar el intento de subir ese ochomil debido al mal tiempo, el helicóptero que le llevaría a Katmandú se quedó sin potencia debido al peso y al viento de cola, por lo que cayó nada más elevarse.

El aparato, con Valencia y otros cuatro compañeros a bordo, chocó suavemente y se deslizó por la vertiente del glaciar durante más de 300 metros. Todo quedó en un susto, ya que tanto los montañeros como la tripulación salieron milagrosamente ilesos del accidente.