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Paralizadas unas obras para captar más agua en Ordunte por la ausencia de permisos

El Consistorio bilbaino ha tenido que paralizar unas obras que pretendía acometer para captar más caudal en dos arroyos que vierten sus aguas directamente al canal de Ordunte al no haber solicitado las pertinentes autorizaciones a la Confederación Hidrográfica del Norte.

Agustín GOIKOETXEA |

El Ayuntamiento de Bilbo pretende triplicar el caudal que capta de los arroyos Don Luis y Balcaba, en tierras burgalesas, para el canal de Ordunte, que abastece de agua al 65% de la población de la capital vizcaina. Para ello, hace unas semanas, comenzó a instalar una conducción de polipropileno de 600 milímetros de ancho para sustituir a las tuberías originales de 100 y 200 milímetros, que datan de 1934, pero ha debido paralizar los trabajos al no contar con los correspondientes permisos, según ha podido conocer GARA de fuentes municipales.

Esta autorización de la Confederación Hidrográfica de Norte (CHN) es necesaria ya que dada la anchura de las conducciones que se quiere instalar, los pequeños arroyos que hay aguas abajo de las captaciones podrían quedar secos. Esta situación ya se produce en el pantano de Zollo, propiedad del Consistorio bilbaino, «en el que -explican a este diario- al día de hoy no se ve desagüe alguno que aporte el mencionado caudal ecológico al arroyo Larrube, excepto las poquísimas filtraciones que surgen del propio muro de la presa, lo que es insuficiente para que corra el agua más abajo de la propia presa». «Aguas abajo, el arroyo queda seco y sin vida», remarcan.

Al parecer, la CHN no ve justificado que se proyecte captar más caudal de los arroyos Don Luis y Balcaba en las actuales circunstancias. A día de hoy, con los caudales que se extraen del pantano burgalés -unos 700 litros al segundo- se podría abastecer a la villa durante 14 meses. El embalse, inaugurado en 1934, aporta 24 de los 38 hectómetros cúbicos que consume anualmente Bilbo.

Hace tres meses, cuando la sequía preocupaba a las distintas administraciones y a la sociedad en general, las pedanías burgalesas de Partearroyo y Ribota, en el Valle de Mena, denunciaron que, a pesar de encontrarse a las orillas del embalse, tenían problemas de abastecimiento por lo que pidieron responsabilidades al Ayuntamiento bilbaino.

Quienes critican el modo de actuar del Consistorio subrayan que, en un principio, las actuales aportaciones de los arroyos de Don Luis y Balcaba, dos de los cuatro que vierten sus caudales en Ordunte, podrían representar el «equilibrio» entre lo que realmente se necesita para el suministro y lo que precisan los arroyos para un desarrollo normal de su vida acuática. «Un aumento del poder de captación no supondría un beneficio excesivo para el abastecimiento, pero sí un posible perjuicio para estos riachuelos de montaña», señalan.

El mantenimiento de estas infraestructuras brilla por su ausencia. Un caso es el Pozo de las Truchas, una captación construida durante la sequía de 1989, donde el lodo se acumula durante años y colmata esta arqueta. «Salvo en contadas ocasiones -obras puntuales, por ejemplo- no se limpia el vaso de estas pequeñas presas ni siquiera en verano cuando están al descubierto por no haber apenas caudal y ser más fácil su extracción», explican.

Pero no son las únicas infraestructuras abandonadas en los últimos años por el Consistorio bilbaino. GARA desveló la semana pasada en un amplio reportaje que la ausencia de control sobre el canal de Ordunte lo convierte en vulnerable cuatro años después de la alarma social que se creó en la capital vizcaina a raíz de la contaminación bacteriológica del agua potable que llega al 65% de sus hogares.

Se citaba, por ejemplo, que durante más de ocho meses había permanecido la conducción Ordunte-Elejabarri al 50% de sus posibilidades de transporte al no repararse una gran fuga en un sifón en Gueñes. Estas situaciones anómalas eran achacadas a la decisión del equipo de Iñaki Azkuna de no reponer ningún puesto de guarda del canal, u otro personal que asuma sus atribuciones. Se citaban varios casos de invasiones de los terrenos por donde discurren las conducciones por explotaciones ganaderas que son un potencial foco de contaminación.

Colocados

Cuando llegó la orden de la CHN de paralización de las obras, las zanjas ya se habían excavado y los tubos colocados para incrementar las captaciones de caudal de los arroyos Don Luis y Balcaba, en Burgos.

Otra denuncia

GARA se hizo eco hace una semana de la denuncia de que desde hace varios meses el Ayuntamiento de Bilbo desconoce el caudal que extrae del pantano burgalés de Ordunte al no funcionar el caudalímetro de salida.

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