El primer largometraje del donostiarra Pedro Aguilera carece de todo tipo de abalorios. «La influencia» va al grano, porque tal y como señaló el director en la presentación del trabajo en los cines Golem Yamaguchi de Iruñea, «hay que mirar de frente a los problemas». «De alguna forma, muestro la decadencia espiritual de Occidente», añadió Aguilera.

Cansado ya de historias «edulcoradas que borran el sufrimiento», el donostiarra ha realizado una película directa, «adulta» según sus propias palabras, porque lo que le interesa es «hacer reflexionar» al espectador.

«La influencia» muestra la historia de una familia; una madre, desorientada, frágil y que no tiene más que problemas: le embargan sus bienes, cierran su tienda de cosméticos... y sus dos hijos. «Cuento la historia de una persona en decadencia», explicó el director, además de guionista y coproductor del trabajo.

Víctimas

Paloma es una víctima más en esta sociedad y ejerce una influencia en sus hijos de la que éstos se tienen que librar, «para no ser como lo es ella, una persona no válida en la sociedad», dijo Aguilera.

«Los niños muestran una actitud pasiva, pero les ayuda la sabiduría natural, apuestan por ellos, por la vida», añadió. La madre no se enfrenta a los problemas y son los niños los que tendrán que salir adelante. Es curioso además que tanto Paloma Morales como los dos niños no se dedican a la interpretación, por lo que el rodaje fue «más natural». «Los actores profesionales intelectualizan los personajes llegando muchas veces a matarlo, lo que buscaba yo era que no pensasen en el personaje, que todo fuese más natural», matizó.

En «La influencia» casi no hay elementos masculinos y los pocos que hay son débiles, agresivos o «no funcionan». Y es que Aguilera reconoció sentirse más cercano al sexo femenino que al masculino, «he aprendido muchísimo más de las mujeres» señaló.

La película muestra el transcurso de la vida, el cambio de las cosas, pero sin la pretensión de hacer crítica social. «No he querido hacer una película intelectual. Me he dirigido más a los sentimientos, a lo material y orgánico. Intento contar por qué sufre Paloma de una manera cercana aunque dé la sensación de frialdad por la ausencia de artificios y mostrar la relación del individuo con el sistema», aclaró.

La película, una producción hispano-mexicana que ha contado con la ayuda de Alokatu y Mantarraya Producciones, estará en la presente edición del Festival Internacional de Cannes, ya que ha sido seleccionada en la sección Quincena de Realizadores. Aguilera recibió la noticia con sorpresa, según desveló en la presentación de ayer en Iruñea: «Ésta es una aventura privada que ha contado con ayuda individual, así que me sorprendió que la seleccionaran para Cannes. Sólo mandamos la cinta a Cannes y a Berlín y ha sido seleccionada en los dos festivales, así que estoy contento».

Y es que el donostiarra tuvo muy poco dinero para rodar la película, al no contar con subvenciones, algo que por otra parte ha hecho de «La influencia» «un oasis en la cartelera». «Es una película accesible y demuestra que se puede rodar en celuloide, pero hay que tener cojones, claro», explicó.

Aunque éste sea el primer largometraje de Aguilera, el donostiarra, licenciado en Bellas Artes, ha trabajado en México como ayudante de dirección de Carlos Reygadas en la película «Batalla en el cielo» y de Amat Escalante en «Sangre».

Tras este trabajo el director ya está trabajando en su próximo proyecto, que por el momento se titula «El perro negro».