El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, salió ayer en defensa del vicepresidente, Francisco Santos, y del ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, acusados de tener nexos con la organización Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), por el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso.

«Creo plenamente en la entidad de la contextura moral del vicepresidente de la República y de mis compañeros de Gobierno», señaló Uribe, quien añadió que ninguno de los acusados -primos- ha negado que el pasado mantuvieran reuniones con dirigentes de las AUC.

Los encuentros fueron de ambos con la organización ultraderechista paramilitar fueron detallados el martes por Mancuso durante una «versión libre» (testimonio voluntario) ante un fiscal en Medellín.

Mancuso indicó que Juan Manuel Santos se reunió en dos ocasiones con él y con Carlos Castaño, desaparecido mando de las AUC, para gestionar un alto el fuego que implicara a las FARC y permitiera convocar una asamblea constituyente. Según Mancuso, el propósito de Santos era apartar del poder al entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998), que gobernó en medio de una crisis institucional desatada por denuncias de que él financió su elección con dinero del disuelto cártel de Cali.

En tanto, el vicepresidente Santos se reunió cuatro veces con las AUC y en una de esas reuniones propuso a la organización paramilitar que crearan un bloque de las AUC en Bogotá, dado el cercamiento a que estaba sometiendo la guerrilla a la capital.