ESPANYOL 2

SEVILLA 2

El Sevilla repitió su victoria en la UEFA por segundo año consecutivo y el Espanyol repitió su derrota en una final europea en la tanda de penaltis como en 1988 ante el Bayer Leverkusen. La actuación de Palop terminó con el sueño del equipo de Valverde, que pese a jugar con uno menos desde el minuto 68 logró forzar los penaltis. El portero del conjunto andaluz se erigió en el protagonista de un título al detener tres de las cuatro penas máximas que le lanzaron. Ahora les quedan la Copa y la Liga para seguir con creciendo a pasos agigantados.

La final fue un auténtico cuerpo a cuerpo hasta la expulsión de Moisés Hurtado que condicionó al Espanyol, que con uno menos tuvo que encerrarse y defender. Hasta entonces, la apuesta por el juego de ataque dejó un partido abierto con multitud de ocasiones para ambos bandos.

Los dos entrenadores quisieron buscar la victoria con sus bazas ofensivas demostrando que sus jugadores tienen las ideas claras. Los andaluces fueron los primeros en dar en el blanco. Palop inició el contragolpe tras botar el Espanyol un córner. Puso el balón en el centro del campo con la mano para Adriano y éste se marchó por velocidad y fuerza de una defensa del Espanyol que se despistó en la jugada. Tras recorrer todo el campo, el brasileño se plantó ante Iraizoz y no perdonó.

Pero si algo tienen los equipos de Valverde es que no se amilanan al recibir un tanto y ayer lo demostraron con creces. Son conscientes de que tienen capacidad de marcar goles y Riera empató a la media hora tras concluir una jugada personal con un disparo desde la frontal. En ningún momento decayó la emoción. Las oportunidades se sucedieron continuamente y los dos porteros se vieron obligados a intervenir en un partido con un ritmo trepidante. Riera estrelló un balón en el larguero en la mejor opción, pero el Sevilla también dispuso las suyas.

Desde el banquillo también contribuyeron a que el espectáculo se mantuviera. Juande Ramos echó mano en el descanso de Jesús Navas, un jugador ofensivo, y quitó a Maresca en el medio centro. Valverde tampoco se asustó y metió a Pandiani en punta sentando a un interior como Rufete.

Sin embargo, la expulsión de Moisés Hurtado a falta de veinte minutos trastocó sus planteamientos y tuvo que recular metiendo a Lacruz por Tamudo, su principal arma ofensiva. Juande estuvo más rápido en ese aspecto y cambió a Luis Fabiano tras ver la primera amarilla.

Sin ningún disimulo el Sevilla se fue a por el partido. Los catalanes se aplicaron en defensa e incluso, sacrificaron a su otro líder, De la Peña, y aguantaron hasta el final del primer periodo de la prórroga. Kanouté atinó en uno de los muchos remates de los que dispuso su equipo y parecía que iba a servir para alzarse con el título. Pero el Espanyol tiró de orgullo y a la desesperada Jónatas empató a falta de cinco minutos. En la tanda de penaltis, sin embargo, el Sevilla estuvo más acertado.

y se alzó con la UEFA por segundo año consecutivo.