Ante unas 2.000 personas, y en presencia de Miguel Sanz y Yolanda Barcina, así como otros líderes de UPN, el presidente del PP, Mariano Rajoy, dedicó la mayor parte de su intervención en Iruñea a arremeter contra José Luis Rodríguez Zapatero y a defender la españolidad de Nafarroa. «Yo no me fío de Zapatero, a estas alturas, a estas alturas son muchos lo que no se fían», señaló ante un público entregado, que coreó el soniquete «Zapatero, embustero».

De hecho, sólo la izquierda abertzale centró tanta atención en el discurso de Rajoy como el presidente español. A este respecto, valoró que «Navarra no tiene que estar a lo que digan Otegi y Zapatero ni a lo que pacten entre ellos».

Para el presidente del PP, que no dudó en afirmar que «los navarros quieren que Navarra siga siendo Navarra y siga siendo España», «hay algunos que quieren que Navarra sea pieza de ese proyecto fantasmagórico llamado Euskal Herria, y lo peor es que hay un líder político, que además es presidente del Gobierno, al que le da todo igual con tal de salirse con la suya».

En este sentido, señaló que el próximo domingo, en la cita con las urnas, «se trata de decidir si Navarra es Navarra o es una conquista del nacionalismo vasco, y de decidir si las decisiones se toman en Pamplona o en Vitoria».

Rajoy apuntó también que «Batasuna no ha condenado la violencia y está presente en las elecciones», para señalar que «se presenta en el Ayuntamiento de Pamplona porque el Gobierno ha querido, y no va al Parlamento Foral porque no le conviene a los intereses del PSOE». «Es la primera vez en la historia de un partido político que es ilegal por porciones», señaló en referencia a ANV, y respecto a esta histórica formación abertzale y Batasuna, sostuvo que «son el mismo partido, con las mismas ideas, los mismos dirigentes, la misma obediencia, y no lo ocultan».

«Orgulloso» de UPN

El dirigente del PP, que finalizó su intervención con un «que gane Navarra, que gane la libertad y que gane España», se mostró «orgulloso» de la labor que está desempeñando UPN, y calificó de «extraordinaria alcaldesa» a la candidata a repetir en el cargo, Yolanda Barcina.

En parecidos términos se dirigió a Sanz, a quien consideró «presidente ejemplar», y se mostró convencido de que volverá a gobernar «porque tiene proyecto de futuro».