46 detenidos durante el desalojo del palacio de Rozalejo de Iruñea
El proyecto de nuevo gaztetxe de Iruñea ha durado mucho menos de lo esperado por la mayoría, ya que apenas ha tenido una vida de doce horas: fue ocupado el viernes a las 20.30, y ayer a las 7.30 comenzó el desalojo de la mano de la Policía Foral ayudada por los municipales de Iruñea. Ese desalojo, sin embargo, se saldó con un total de 46 detenidos, de los cuales la mayoría están ya en libertad. Son cuatro los que están a la espera de pasar a disposición judicial.
Iker IRIARTE
A primera hora de ayer, la Policía Foral irrumpió en el nuevo gaztetxe de Iruñea -ubicado en la plaza de Nabarreria- ocupado por cerca de un centenar de personas pocas horas antes, y desalojó a las más de 70 personas que en esos momentos se encontraban dentro del edificio. El operativo, en el que también participó la Policía municipal de Iruñea, se saldó con un total de 46 personas detenidas, de los cuales cuatro permanecían todavía en dependencias de la Policía Foral por la noche.
El desalojo del palacio Marqués de Rozalejo, ocupado hacia las 20.30 del viernes por cerca de un centenar de personas con la intención de convertirlo en el nuevo gaztetxe que solicita la juventud iruindarra desde que el Euskal Jai fuera desalojado y derribado en setiembre de 2004, comenzó hacia las 7.30 de ayer. A esa hora, cerca de 70 personas se encontraban en el interior del edificio, y otras tres estaban encaramadas en el tejado del mismo. El palacio es propiedad del Gobierno de Nafarroa, por lo que fue la Policía Foral la encargada de llevar a cabo el desalojo. Sin embargo, la Policía municipal dirigida por Simón Santamaría se ocupó de lo que ocurría en la plaza de Nabarreria, donde se encuentra ubicado el palacio de Rozalejo.
Detenidos dentro y fuera
Los agentes autonómicos entraron en el edificio y sacaron a los que en esos momentos se encontraban allí, entre ellos las tres personas encaramadas al tejado. Finalmente, fueron 46 las personas detenidas bajo acusaciones como las de «usurpación», «desobediencia» o «resistencia a la autoridad», aunque la agencia EFE, citando fuentes policiales, limitaba el número de detenidos a 44. Dicha agencia, destacaba, asimismo, que además de varios ciudadanos vascos, entre los detenidos había personas de Córdoba, Huesca, Madrid, Granada, Zaragoza, Castellón, Asturias, Avila, Canarias, Andorra, Murcia e incluso de Sudáfrica.
Sin embargo, el número total de detenidos se eleva a 46, ya que además de los detenidos en el interior del nuevo gaztetxe, también hubo alguna persona que fue detenida en los alrededores del edificio. Entre ellos se encuentra el caso de un joven que encontrándose en la plaza de Nabarreria protestando por la actuación de ambos cuerpos de Policía, fue primero atacado y detenido después.
Según se señalaba en la página web puesta en marcha por el movimiento Iruñea Piztera Goaz, el joven fue atacado por seis agentes forales, quienes le propinaron una «brutal paliza» antes de llevárselo detenido, junto al resto, a la comisaría de la Policía Foral.
Cuatro seguían arrestados
Las 46 personas detenidas fueron llevadas a dependencias de la Policía autonómica de la capital navarra, donde se les tomó declaración durante toda la mañana. Para el mediodía el primero de los arrestados había quedado ya en libertad, y poco a poco fueron quedando libres casi todos.
Para cuando comenzó la manifestación convocada por Iruñerria Piztera Goaz, a las 19.30 de la tarde, ya se sabía que todos menos cuatro se encontraban en libertad; sin embargo, esa cifra no varió en lo que quedaba de día.
Según señaló una abogada a GARA a última hora de la tarde de ayer, los que todavía permanecían en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial eran «tres chicas y un chico».
Sin embargo, añadió que las situaciones de los cuatro detenidos eran bastante diferentes, ya que los cargos que se les imputaban a diferían mucho.
A la mayoría de los 46 detenidos, aseguró la letrada, se les acusa de delitos de «usurpación» o «usurpación y desobediencia», y por eso los han dejado libres a la espera de que les llegue, en el caso de que las acusaciones sigan adelante, la notificación para acudir a la vista judicial. De los cuatro que todavía permanecían en la comisaría de la Policía Foral, es el varón el que tendría mejores previsiones de cara a quedar en libertad, ya que en palabras de la abogada, «puede quedar libre mañana -por hoy- o como muy tarde el lunes». Se trata concretamente del joven que hacia las 10.00 de la mañana de ayer recibió la «brutal» paliza por parte de los agentes de la Policía autonómica, al cual se le imputa únicamente u delito de «atentado contra la autoridad».
Las tres jóvenes, sin embargo, tendrían más difícil el poder quedar en libertad en breve, ya que todas ellas -se encontraban en el interior del palacio de Rozalejo cuando irrumpieron los agentes de la Policía Foral- se enfrentan a las acusaciones de «usurpación», «resistencia a la autoridad» y «desobediencia».
En palabras de la abogada, «lo más probable» es que las detenidas no salgan a lo largo del día de hoy, ya que todavía están pendientes de pasar a disposición judicial, y siendo hoy domingo -continuó la letrada-, los jueces sólo trabajan hasta el mediodía. Por ello, es probable que las jóvenes no queden en libertad hasta el lunes o el martes, concluyó la abogada.
Denuncian la actuación policial
Ante las detenciones de 46 personas, la agresión a los congregados en la plaza y varios vecinos y la desmedida actuación policial, varios agentes han salido en denuncia de lo ocurrido.
ANV critica los continuos ataques a la juventud y denuncia que los responsables de ello son las políticas que llevan a cabo UPN y CDN que, «en lugar de fomentar la participación ciudadana, ponen en marcha iniciativas al margen de la juventud, donde ésta pasa a ser sujeto pasivo mero consumidor de servicios». Asimismo, desde el histórico partido abertzale mostraron su adhesión a la marcha que, convocada por «Iruñerria piztera goaz» por la tarde recorrió las calles de Iruñea.
Batasuna también denuncia la «represión, los desalojos y detenciones con las que «la derecha, llámese UPN o PNV», responde ante los jóvenes que «plantean alternativas de autogestión para poder ejercer sus derechos». El partido abertzale mostró su «solidaridad» a las personas detenidas ayer y anima «al conjunto de la juventud de Euskal Herria a trabajar por construir alternativas al modelo de sociedad de derechas».
También Askatasuna salió en contra del desalojo del nuevo gaztetxe de Iruñea y la «brutal actuación de la Policía».
El organismo antirrepresivo señaló en una nota de prensa que actuaciones como las de ayer son «inaceptables» desde un punto de vista democrático, lo que en sus palabras confirma una vez más, «que no existe democracia en Euskal Herria».
Askatasuna denuncia que los cuerpos de Policía foral y municipal de Iruñea son «efectivos de guerra cuyos comportamientos se asemejan a las fuerzas armadas de la dictadura», y concluye que los responsables de hechos como éstos son «tanto UPN como los que callan ante tan cruel represión».
Son los que al cierre de la edición todavía permanecían en dependencias de la Policía Foral a la espera de pasar a disposición judicial. La mayoría fueron quedando en libertad a lo largo de la tarde de ayer
Según el movimiento Iruñea Piztera Goaz, fueron más de 1.000 las personas que participaron en la manifestación de la tarde en Iruñea, entre ellos la mayoría de los detenidos que ya habían quedado en libertad
Dos jóvenes serán juzgados el martes en el juzgado de Barakaldo por haber participado en la vida del gaztetxe Dorretxea. La gazte asanblada ha convocado una concentración para ese día, a las 20.00 en la plaza Bide Onera
Además de los más de cuarenta jóvenes detenidos en la operación policial de ayer por la mañana en la plaza Nabarreria y numerosas personas que se encontraban en los alrededores, también varios vecinos de la plaza se vieron afectados por la carga policial que en algunos casos llegó incluso a romper los cristales de sus viviendas.
Según explicaron a GARA testigos de lo sucedido, fueron muchos los vecinos que ante la actuación policial en contra de las personas que estaban tanto dentro como fuera del palacio del Marqués de Rozalejo, salieron a sus ventanas y balcones a mostrar su denuncia y enfado. Algunos de ellos improvisaron una estruendosa cacerolada que se prolongó prácticamente durante las casi dos horas que duró el desalojo. Ante dicho acto de protesta, los agentes municipales respondieron mediante una carga con material antirrepresivo contra los vecinos que asomaban desde sus domicilios. Según afirmaron varios afectados, los agentes llegaron a romper incluso cristales de algunas viviendas, y en los casos en que no se llegó a esos extremos, las fachadas y balcones quedaron cubiertos de un polvo blanco.
Según el testimonio de algunos vecinos, las pelotas lanzadas por los agentes soltaban el citado polvo al colisionar con las fachadas y balcones.
Ese mismo ataque los sufrieron también los que trataban de asomarse desde sus casas con cámaras de foto o videocámaras, lo que explica la prácticamente total inexistencia de material gráfico sobre la actuación policial de Nabarreria.
El movimiento Iruñerria Piztera Goaz tenía convocada una manifestación para ayer por la tarde en la capital navarra con el objetivo de seguir exigiendo respeto al movimiento juvenil y a la ocupación, pero los hechos de la mañana convirtieron la cita en un grito multitudinario para exigir la liberación de las personas detenidas en el gaztetxe de la plaza Nabarreria.
La manifestación, que partió a las 19.30 desde la estación de autobuses de Iruñea se desarrolló bajo el lema «Gaztetxeak Aurrera! Iruñea Piztera Goaz», y fue secundada por cientos de personas de todas las edades. Al igual que durante toda la jornada, también en esos momentos la capital navarra estaba bajo un gran dispositivo policial; más de media docena de vehículos policiales y una treintena de agentes de la Policía española cubrieron la parte delantera y las espaldas de la manifestación.
La marcha, aunque con cierto retraso, comenzó con mucha fuerza, y ya desde el inicio se dejaron notar gritos en favor de la ocupación y en contra de la represión que sufre este movimiento. Desde los primeros instantes y hasta el final de la manifestación, cuando los gritos alcanzaron su punto álgido, el iruindarra Xabier Errea estuvo muy presente en la memoria de todos. Los manifestantes reclamaron una y otra vez la liberación de este joven, el único que se encuentra encarcelado por los incidentes registrados en torno al desalojo del Euskal Jai, el anterior gaztetxe de la capital navarra. Fue ésa la razón, además, de que la marcha finalizase ante la cárcel de Iruñea, donde se encuentra encerrado Errea cumpliendo una pena de 29 meses.
La marcha se desarrolló sin ningún incidente reseñable, aunque sí hubo momentos en que la tensión aumentó en cierta medida. Uno de esos momentos fue nada más partir, cuando al llegar a la plaza Príncipe de Viana y pasar bajo la sede de UPN, los manifestantes comenzaron a lanzar pitidos contra el partido derechista y PSN, tildándolos de «carceleros y fascistas».
Los manifestantes tampoco dejaron de recordar que nos encontramos inmersos en plena campaña electoral, y se encargaron de recordárselo a la alcaldesa de Iruñea y al jefe de la Policía municipal con gritos como «se va a acabar la dictadura municipal» y «Santamaría, te quedan cuatro días». También hubo un aumento de pitidos cuando los agentes que iban delante de la marca se pusieron los cascos al entrar en la calle Chapitela, pero no se registró ningún altercado. Finalmente, ante la cárcel se volvió a gritar y aplaudir a Errea y desde Iruñerriko Gazte Asanblada animaron a los allí presentes a participar en los actos que se celebrarán durante los «ocho días de mambo» que quedan.
