A un día del fin de la campaña electoral, la izquierda abertzale refundió en una comparecencia realizada ayer en Iruñea las dos caras de la moneda de su discurso en estas dos semanas. Por un lado, denunció con mucha dureza la situación en que queda el proceso político en Euskal Herria tras el veto masivo a candidaturas, del que dijo que les obliga a «actualizar el análisis y examinar las consecuencias, riesgos y posibilidades con toda su crudeza»; y junto a ello animó a votar masivamente a ANV como ocasión de «impulsar la lucha por la libertad y de dotar al proceso de apoyo popular».

El llamamiento se desarrolla en un documento al que dieron lectura Marije Fullaondo, en castellano, y Arnaldo Otegi, en euskara, junto a otros dirigentes de la izquierda abertzale. Terminaron su lectura levantando a una las papeletas de voto para ANV y animando tanto a introducirlas en la urna el domingo como a participar en las movilizaciones convocadas hoy.

Antes de llegar a ese punto, el texto -titulado ««La izquierda abertzale a Euskal Herria»- no pone medias tintas sobre la gravedad de la coyuntura creada por esta nueva ilegalización. Asegura que los comicios municipales y forales del domingo «tendrán lugar en un contexto marcado por el ataque más feroz que ha conocido este pueblo en mucho tiempo».

«Examinar las consecuencias»

«Más allá de la lectura de los resultados electorales, esta situación deja el proceso democrático en una situación muy deli- cada -afirman los comparecientes-. Es por ello que tenemos que actualizar el análisis en torno al proceso, examinar las consecuencias, los riesgos y las posibilidades con toda su crudeza y compartirlo con nuestro pueblo», anticipan.

Otorgan, además, una importancia especial al hecho de que este ataque se produzca «cuando los elementos para solucionar el conflicto político definitivamente están sobre la mesa. Y eso es lo más grave del ataque: afecta directamente a la posibilidad de encaminar el proceso democrático».

Para justificar esta tesis, recalcaron que un proceso «democrático y eficaz» requiere «dotarse de voluntad y una agenda que desate los nudos políticos que alimentan el conflicto. Además de ello, es imprescindible que todas las partes participen en igualdad de derechos y de oportunidades», recuerda.

Acto seguido, el texto responsabiliza de forma pormenorizada a PSOE y PNV de la situación creada. Al partido que lidera José Luis Rodríguez Zapatero le reprocha que «el ataque que ha perpetrado demuestra claramente la falta de interés y de ambición histórica para afrontar el proceso, cuyo único objetivo es recuperar la palabra y la decisión del pueblo».

«El PSOE le ha dicho que no al acuerdo y le ha cerrado las puertas a la propuesta política de la izquierda abertzale de resolver el conflicto -indicaron Otegi y Fullaondo-. Quiere situar el proceso en parámetros técnicos, negando la esencia política del conflicto. Pretende volver a utilizar las recetas represivas del pasado, aunque hayan demostrado que no son fructíferas. El ataque en las elecciones es el mejor testigo de todo ello».

Aviso al PSOE y crítica al PNV

Así las cosas, la declaración solemne de la izquierda abertzale lanza en este punto lanza una advertencia muy clara: «El Gobierno de Madrid y el PSOE se equivocan. Se equivocan si creen que tienen un problema particular con la izquierda abertzale y si ignoran los derechos de la mayoría de este pueblo. Así ni se soluciona ni se solucionará el conflicto». Y acto seguido añadieron que «se equivocan si creen que atacando a la izquierda abertzale y pretendiendo ahogar a los militantes y a la base electoral en un estado de excepción aceptaremos un acuerdo que no reconozca los derechos nacionales y democráticos de Euskal Herria y que no solucionará el conflicto. Se encontrará con la izquierda abertzale de frente: firme en sus principios, liberando y renovando su capacidad de lucha».

Pero la declaración hecha pública en Iruñea matiza a continuación que «también agentes de este pueblo han actuado y provocado este ataque contra el núcleo del proceso democrático. Se debe decir alto y claro cuáles son los nombres y apellidos: hablamos del PNV de Imaz y de Urkullu». Precisaron que «llevan meses anunciando un gran atentado, llevan meses pidiendo recetas policiales en contra de la izquierda abertzale y ofreciendo nuevos acuerdos y apoyos al PP y al PSOE». «Prefieren sentarse y negociar con el PP, en foros de Madrid o con la élite económica oligárquica, que reunirse en torno a una mesa con la izquierda abertzale para debatir e indagar en torno a una propuesta que soluciona el conflicto», concluyeron de todo ello.

En su opinión, «el PNV ha prometido a Madrid que cerrará las puertas a la independencia. Y en esta ocasión el PNV se presenta con el brazo ortopédico, esto es, con Nafarroa Bai, para ofrecerse a negociar con Madrid. Este único PNV para cuatro territorios, que no altera el estatus que ignora, divide y hiere a Euskal Herria ni da la palabra a este pueblo es una vez más manso y conspirativo ante Madrid». Y aportaron una razón para todo ello: «La falta de proceso garantiza sus negocios particulares y clientelares; alimentando el conflicto puede seguir engordando sus michelines».

«Oportunidad colectiva»

Tras este diagnóstico crítico, la izquierda abertzale matizó que «sean cuales sean los obstáculos, los principales receptores y garantías del proceso democrático están en nuestro pueblo». Ven evidente que éste reclama un acuerdo político y destacan que la propuesta de marco democrático responde a esta demanda y es «completamente factible y democrática».

Por eso reclaman a los abertzales y de izquierdas el voto para ANV, con el que «tendremos ocasión de impulsar la lucha por la libertad y dotar al proceso de apoyo popular. Le diremos que sí a la defensa de la voz y la decisión del pueblo, que sí a un futuro de soluciones, que sí desde Nafarroa a Euskal Herria y en Euskal Herria a una Navarra libre y roja».