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Maite SOROA

Ya se han puesto nerviosos

Repaso los editoriales de «Abc» y «La Razón» sobre la presencia de Rajoy en Gernika y concluyo que las encuestas han asustado a los aprendices de brujo del PP, para recurrir al árbol sagrado de los vascos en busca de conjuro.

Decía el de Vocento: «el acto que ayer celebró el PP en la Casa de Juntas de Guernica fue mucho más que un gesto simbólico hacia la tradición que representa el lugar donde los Reyes de Castilla juraban guardar los fueros de Vizcaya, como señores que eran de este territorio histórico». Fue, dicen, la reafirmación de los herederos políticos de quienes bombardearon Gernika por el «régimen foral». ¡Echale guindas al pavo! Y lo explica: «No hay que engañarse: esto (la superación del Estatuto actual) es lo que los etarras buscan afanosamente, porque conseguir que se acepte que el Estatuto de Guernica está superado y que no sirve para ordenar la convivencia de los vascos es la manera de reconocer, como quieren los etarras, que en esta comunidad el único conflicto existente no es el terrorismo sino uno de naturaleza `política' que habría de resolverse removiendo las bases del consenso constitucional y estatutario».

Como se trata es de animar a su electorado el editorialista sentencia que «lo grave no es que los etarras lo pidan, sino que el PSOE haya aceptado que, en efecto, hay un conflicto `político' que requiere cambiar el Estatuto e, incluso, las bases constitucionales de la autonomía vasca. Los socialistas lo han reconocido en numerosas ocasiones y, sobre todo, desde que la dirección del PSE aceptó las dos mesas de negociación que exigió ETA, a través de Batasuna, en el Velódromo de Anoeta. Pero también lo aceptó el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando el 29 de junio de 2006 anunció el inicio del diálogo con ETA, incluyendo `un amplio acuerdo político' en el País Vasco, como apartado de la agenda que inauguraba la falsa tregua de los etarras». O sea, que ZP se baja los pantalones: «Por eso, Mariano Rajoy y el PP en el País Vasco han acertado plenamente al llevar a esta campaña electoral en la comunidad vasca su compromiso con el Estatuto de Guernica, el régimen foral y la Constitución de 1978».

Y en «La Razón» lo dejaban claro: «donde la democracia española se juega la salud no es en justas florales entre ex presidentes, sino en el País Vasco». Y de ahí a pedir el voto, un pasito: «Cuando Rajoy y Aznar subrayan el valor de votar al PP lo hacen para que Navarra no se convierta en mercancía de trueque y para que la sociedad española no sucumba anestesiada frente a la disgregación nacionalista y el chantaje terrorista. Lo demás son salvas de distracción». lo dicho: algo va mal en Génova.

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