La crisis pedagógica
El elenco de «Ocean's Thirteen» llena Cannes de glamour masculino «Half Nelson»
Fotógrafos, periodistas y público se agolparon para ver el desfile de estrellas de Hollywood que dieron ayer el toque de glamour a Cannes. Brad Pitt, George Clooney, Andy García, Matt Damon y Don Cheadle, entre otros, acudieron ayer al estreno mundial de «Ocean's Thirteen», de Steven Soderbergh. Esta secuela de «Ocean's Eleven» vuelve a unir a la atractiva banda de ladrones que urde un plan para sabotear la inauguración del casino del malvado Willy Bank. Otro avance del cine independiente norteamericano, ya que «Half Nelson» consiguió una nominación al Oscar de Mejor Actor para Ryan Gosling, por su difícil papel de profesor adicto al crack.
GARA | CANNES
Cannes vivió una apoteosis de glamour y encanto masculino con la presencia de George Clooney, Brad Pitt, Andy García, Don Cheadle, Matt Damon y hasta doce apóstoles -faltó Al Pacino- de «Ocean's Thirteen», película de Steven Soderbergh que ayer estrenaron juntos en primicia mundial en la 60ª edición del Festival, aunque fuera de competición.
La simpatía y buena onda derrochada por los elegantes bandidos de «Ocean's», por su director y por su productor, Jerry Weintraub, hizo vibrar con alegría insospechada el Palacio de los Festivales de Cannes, pero, además, llegó hasta África. Más concretamente hasta Darfur, enclave sudanés con el que el equipo del filme está comprometido y para cuya causa se recaudaron casi siete millones de euros en una gala caritativa celebrada en la víspera en esta pequeña ciudad de la Costa Azul.
No todo fue, pues, frivolidad, ante el estreno mundial del filme, pese al tremendo revuelo que causaron a su paso los actores de «Ocean's 13», incluida la rueda de prensa y la sesión de fotos que le precedió al estreno, ambas particularmente rebosantes.
Conscientes de que estarían aquí «los medios de comunicación de todo el mundo» y de que podría llamar la atención sobre «ciertos problemas y algunas buenas obras», se decidió utilizar Cannes como una plataforma para colectar fondos para Darfur, señaló George Clooney.
Brad Pitt completó sus propósitos. «La película es una película de entretenimiento, pero sabíamos que podríamos atraer la atención gracias a todo esto sobre algo que nos preocupa de manera particular». En el equipo de «Ocean's» «somos muchos los que dedicamos tiempo a la cuestión de Darfur», donde «hay muchas cosas por hacer», añadieron. «El mundo entero está tan conmocionado por lo que ocurre allí que hay que hacer algo para que cese» y poner recursos a su disposición, explicó Pitt.
A medida para disfrutar
«Ocean's 13» ha sido realizado, como las dos anteriores, por Soderbergh, que ganó la Palma de Oro en 1989 por «Sexo, mentiras y vídeo». Fiel al espíritu inicial, «Ocean's 13», que se estrenará el próximo 20 de junio, es una película llena de humor y cortada a la medida para el disfrute de espectadores y actores.
La banda de ladrones dirige, como en las dos películas precedentes, un robo a priori imposible, si bien esta vez el objetivo es más desinteresado. Los ladrones quieren arruinar a Willy Bank, que encarna Al Pacino, por haber traicionado a su mentor Reuben Tishkoff (Elliot Gould) y fiel amigo de la banda liderada por Danny Ocean (George Clooney). Éste reúne a sus «soldados» para dar un golpe definitivo en el nuevo casino de Bank en el día de su inauguración. La película hace un guiño nostálgico a Las Vegas de los años 50, la de Frank Sinatra y su banda «Rat Pack», formada además por Dean Martin y Sammy Davis Jr., y que ha inspirado las tres películas.
«Las películas como `Ocean 13' son más difíciles de hacer que otras serias que pude realizar en el pasado. Es un aspecto de mi personalidad que me gusta mucho explorar», explicó Soderbergh ante la prensa. «Cuando comenzamos teníamos una regla que respetamos: `No contratamos a idiotas, gente complicada o que tiene reputación de ser desagradables», añadió.
«Me gusta el cine y, como otros que estamos aquí, hacemos películas tanto en el terreno de la diversión como un cine más serio», reafirmó Clooney.
«Un canto a la reconciliación»
Pese a que la superproducción de Hollywood focalizó la atención de las cámaras y de la prensa, el desastre humano causado por la guerra en Chechenia sacudió ayer el Festival de Cannes, con «Alexandra», un bello canto a la reconciliación que se mostró en ausencia de su realizador, Alexandre Sokourov, y de su actriz principal, pues ambos se encontraban indispuestos.
La soprano Galina Vichnevskaïa, de 80 años y viuda del recientemente fallecido violoncelista Mstislav Rostropovitch, debuta en la pantalla con el papel protagonista en este filme.
Fue filmada en Grozni (capital de Chechenia), donde están acantonados los regimientos rusos, en condiciones extremas, cerca de las minas y con explosiones diarias, y, además, vigilada de cerca por el FSB (servicios de espionaje ruso). Aun así, el resultado emocionó a los críticos y fue muy aplaudido en el pase de prensa.
Llevado por la bella fotografía sepia de Alexandre Burov, «Alexandra» evoca con fuerza los estragos causados por las dos guerras en esta república del Cáucaso que lucha por liberarse de la ocupación de Rusia. La primera guerra duró dos años (1994-1996) y la segunda comenzó en 1999. Los combates, secuestros y bombardeos aún continúan devastando el territorio y sus habitantes.
En «Alexandra», la guerra es a la vez invisible y omnipresente, es un conflicto fatigoso, que dura demasiado tiempo, que hunde los cuerpos y las almas y desmoraliza a los soldados. La película narra la peregrinación de una abuela rusa perdida en una zona de conflicto que ofrece un paisaje humano desolado.
Alexandra Nikolaevna (Galina Vichnevskaïa) es una mujer cansada pero de una voluntad feroz, mayor, viuda y abuela, como tantas otras en Rusia. Deja San Petersburgo para reencontrase con su nieto Denis (Vassili Chevtsov), un oficial ruso destinado en Chechenia, a quien no ve desde hace siete años.
Desafiando la incomodidad del largo viaje en tren, llega por la noche a a un campo militar perdido en un paisaje rocoso, casi lunar. Allí se encuentra con su nieto y otros soldados, hombres jóvenes pero agotados, metidos en sus raídos uniformes y confinados en barracones.
«Quiero mirar»
Alexandra frecuenta el campo, habla con unos y con otros, aspira los olores de «armas, hierro y hombres», desafía las prohiciones y observa todo: «Quiero mirar. Es importante para mí», dice. Finalmente, la abuela rusa acaba relacionándose con las mujeres chechenas y descubre en ellas a almas gemelas. Ésta es la quinta vez que el director Sokourov participa en Cannes.
También se proyectó en la sección oficial «Secret Sunshine», del surcoreano Lee Chang-dong. El filme refleja las ansias de una joven madre de familia que piensa, sin razón, que con la religión va a poder olvidar los dramas que le han golpeado en la vida. El tono tragicómico es original pero la película sufre de una longitud excesiva -casi dos horas y media-.
La banda de ladrones liderada por Danny Ocean (Geroge Clooney) urden un plan para sabotear el hotel-casino de Willy Bank (Al Pacino) en el día de la inauguración para vengarse porque éste ha traicionado a uno de los más fieles amigos de la banda.
Conscientes de que captarían la atención de «los medios de todo el mundo», el equipo de «Ocean 13» organizó una gala caritativa en la que han recaudado 7 millones de euros para los damnificados en el conflicto de Darfur.
«La influencia», el primer largometraje del director donostiarra Pedro Aguilera tuvo una calurosa acogida en su estreno en La Quincena de los Realizadores en Cannes.
Esta coproducción hispano-mexicana narra la historia de cuatro personajes: una madre, su depresión y sus dos hijos. Absoluta y sutilmente espiritual, de «belleza extrema y radical», definió el delegado artístico de La Quincena, Olivier Père.
Aguilera, por su parte, dseñaló que «es la mala influencia de la violencia social, la que va a provocar la degradación física y moral de una mujer y de una familia». GARA
«Alexandra» narra la peregrinación de una abuela rusa que deja San Petersburgo para reencontrase con su nieto Denis, un oficial ruso destinado en Chechenia. Allí conoce a las mujeres chechenas y descubre en ellas almas gemelas.
Martin Scorsese impartió ayer una lección de cine y relató sus experiencias cinematográficas en un abarrotado auditorio entre cuyos «alumnos» estaban sus colegas Quentin Tarantino y el francés Claude Lanzmann.