La lucha que desde hace semanas están llevando a cabo los jóvenes de Iruñerria, y que tan duramente está siendo reprimida por las Policías de todos los colores desplegadas en aquella comarca, fue ayer el motivo de la espectacular acción solidaria que se produjo en Gasteiz.

Dos jóvenes, tras desplegar una cuerda desde la balconada de San Miguel a los edificios del Ayuntamiento, se colgaron sobre la calle Mateo Moraza, en pleno centro de la capital alavesa, con una pancarta que portaba el lema «Desalojorik ez! Ez hemen eta ez inon. Gaztetxeen alde, eutsi gogor!».

Unos metros más abajo, una veitena de personas les respaldaba, al tiempo que mostraban otra pancarta en la que se leía «Iruñerria aurrera! Alonso eta Barcina kanpora». Precisamente, los gritos en contra de los alcaldes de Gasteiz y de Iruñea fueron algunos de los más coreados en el tiempo en que duró la acción, en las que también se exigió la libertad del joven iruindarra Xabier Errea, condenado a dos años de prisión por arrebatarle la gorra a un policía municipal de la capital navarra.

Numerosas dotaciones de la Ertzaintza no tardaron en llegar al lugar donde se estaban desarrollando la acción, que estaba generando una gran expectación entre los vecinos de Gasteiz. En medio de gritos como «Alonso, idiota, el gaztetxe no se toca», «Gaztetxetik ez dira pasako», «Gaztetxea, gure etxea», «Mucha Policía, ninguna solución» o «El PNV desaloja los gaztetxes», lanzados por los cada vez más numerosos jóvenes que acompañaban la acción, los agentes de la Policía autonómica observaban impotentes a los dos protagonistas de la movilización solidaria.

Los policías intentaron, incluso, soltar las amarras que sujetaban a estas dos personas a varios metros del suelo, pero después de que fueran apercibidos por los concentrados de lo peligroso que sería actuar asi, desistieron del intento. Lo que sí hicieron los ertzainas fue detener a una persona, ajena a lo que estaba sucediendo que, sin más, pasada por allí, entre las protestas de los presentes.

A la media hora, los policías arrancaron la pancarta que pendía sobre la vía, y que por varios minutos paralizó por completo el tráfico en el centro de Gasteiz, y poco después llegaron los bomberos. Estos, sin embargo, no pudieron descolgar a los dos jóvenes, que aguantaban bajo un sol inclemente y con los gritos de ánimo de quienes les acompañaban y de otros vecinos que se habían acercado.

Así estuvieron por espacio de hora y media, con la calle repleta de curiosos, que no dejaban de sacar fotografías de la acción. Quedaban pocos minutos para las 12.30 cuando uno de los dos jóvenes se descolgó de la cuerda, y algo más tarde lo hizo su compañero. Ambos fueron inmediatamente detenidos -otros cinco fueron identificados-, en medio de una tremenda ovación de amigos, compañeros y vecinos.