La Comisión del Consejo de Europa contra el Racismo y la Intolerancia alertó ayer en su último informe anual sobre las formas contemporáneas de racismo contra inmigrantes, musulmanes, judíos, negros y gitanos y la responsabilidad de la «lucha contra el terrorismo» en el aumento de los prejuicios racistas y de la discriminación racial, debido a la «adopción de legislaciones discriminatorias».

Expresa su inquietud por la «intensificación del clima de hostilidad» hacia los musulmanes y por el antisemitismo «cada vez más extendido por Europa», así como por los discursos políticos y mediáticos contra los inmigrantes, refugiados y demandantes de asilo, a los que se responsabiliza del deterioro de la seguridad, del paro y del aumento de los gastos públicos».

Deplora la violación de los derechos humanos de los gitanos, «víctimas de racismo en toda Europa», y que el racismo contra los negros «esté aún muy presente en muchos países».

Ante esta situación, advierte del peligro de una «fragmentación» en la lucha contra esa lacra y recomienda una estrategia «global, colectiva y solidaria».