El consejero de Agricultura y Pesca del Gobierno de Lakua, Gonzalo Sáenz de Samaniego, reclamó ayer a la Comisión Europea «una posición mucho más firme, con mayor fuerza y mayor criterio» en el contencioso que desde hace años mantienen los Estados francés y español en relación a la pesca de la anchoa en el Golfo de Bizkaia -situación que evidencia la falta de instrumentos políticos adecuados para defender los intereses de Euskal Herria-, y más concretamente ante la decisión que tendrá que tomar la UE sobre si continuar o no las campañas experimentales y, posteriormente, sobre si mantener o no la veda de esta pesquería.

Sáenz de Samaniego se entrevistó ayer con el comisario de Pesca, Joe Borg, ante quien manifestó la «decepción» de Lakua ante la gestión que ha hecho la Comisión sobre esta problemática», donde, según el consejero, Bruselas ha demostrado «falta de credibilidad». «Hemos insistido en la necesidad de que las decisiones futuras se tomen bajo los criterios científicos, que en estos momentos no están siendo respetados», dijo en alusión a la «mal llamada campaña experimental».

En su opinión, la campaña «está poniendo sobre todo en evidencia que la situación en la que se encuentra el recurso de la anchoa es dramática y que hay que tomar medidas ajenas a los intereses partidarios políticos o sectoriales que pueda haber y solamente fijarnos en la pervivencia de esta especie».

Sáenz de Samaniego señaló que Borg mostró «su preocupación» y dijo ser «consciente de que la situación no es la mejor, pero ha trasladado que (la toma de) este tipo de decisiones corresponde a los Estados y que la Comisión poco puede hacer».

Ante a este argumento, el consejero indicó que «no estamos de acuerdo, porque creemos que la Comisión puede ejercer políticamente una posición mucho más firme, con mayor fuerza y mayor criterio de la que en este momento está realizando».

El consejero reclamó que cualquier decisión sobre la veda de la anchoa se tome en base a los datos científicos, que el comité científico-técnico de la pesca presentará el 18 de junio en base a las conclusiones de la campaña experimental. Madrid reclama que se detenga, y París quiere continuar.

Así lo manifestaron ayer representantes de los dos estados en la reunión que mantuvieron con el director general de Pesca de la Comisión. Los barcos procedentes del Estado español habrían capturado en un mes de campaña experimental es de 1.700 kilos y los franceses, de 50 toneladas. «Estos datos ponen en evidencia que la situación de la pesquería de la anchoa es preocupante», indicó.