La sección sindical de ELA en la planta de Mercedes en Gasteiz ha rechazado sumarse a la firma del preacuerdo alcanzado entre UGT, CCOO, USO y Ekintza y la dirección de la compañía, debido a su carácter «regresivo». Los representantes de LAB tampoco suscribieron el acuerdo.

En un comunicado, ELA criticó la «docilidad» de los firmantes y su «servilismo» a la empresa, y advirtió de que el preacuerdo firmado «empeora claramente los anteriores convenios» porque «limita y empeora la disposición del tiempo de descanso de los trabajadores».

El sindicato denunció que «el preacuerdo ha sido alcanzado fuera de su ámbito natural, la Mesa Negociadora, y al margen de una parte de la representación de los trabajadores y se ha presentado como algo hecho en la última reunión. De esa forma se ha impedido que ELA y otros sindicatos contrarios a sus contenidos pudiesen denunciar los tejemanejes de la negociación».

Tras valorar que el acuerdo «únicamente responde a las exigencias de la empresa», la central añadió que con una vigencia de cuatro años, «no prevé ninguna reducción de jornada», recoge una subida salarial del IPC más 0,7% y amplía la flexibilidad.

Por otro lado, la sección sindical de ELA rechazó la «desfachatez» con la que, a su juicio, han actuado los sindicatos firmantes, al fomentar el cobro del tiempo de trabajo en exceso debido a la flexibilidad, frente al descanso del mismo.

«Todas estas medidas crean una mayor disponibilidad y sometimiento de los trabajadores a las decisiones organizativas de la empresa», expresa la central en un comunicado, en el que denuncia asimismo que el preacuerdo alcanzado por UGT, CCOO, USO y Ekintza «da más manga ancha» a la empresa para modificar las jornadas a su antojo y «no soluciona los problemas reales de los trabajadores, especialmente los de las cadenas de montaje».

Añadió que la firma es aún más «vergonzosa e inadmisible» cuando «la empresa se prodiga en informaciones sobre récords de ventas y de calidad», sobre todo en lo que respecta a la planta de Gasteiz.