Israel detiene a otro ministro palestino y continúa con los bombardeos en Gaza
Wasfi Qabha, ministro palestino de Estado, fue detenido el viernes por la noche en Cisjordania por el Ejército israelí. Qabha es el segundo ministro palestino arrestado esta semana por Israel, que, además, continuó bombardeando posiciones ligadas a Hamás en Gaza.
YENIIN
El Ejército israelí detuvo el viernes por la noche en Yenín, al norte de Cisjordania, al ministro palestino de Estado, Wasfi Qabha (Hamás). Los militares israelíes entraron en Yenín con una veintena de jeeps y arrestaron al ministro en su domicilio.
El jueves, Israel detuvo a otro ministro de Hamás, Nasseredine al Chaer, además de a diputados y alcaldes del movimiento islámico. La aviación hebrea continuó ayer con sus bombardeos en Gaza, matando al menos a cuatro personas e hiriendo a una veintena al atacar dos sedes de la Fuerzas Auxiliares, vinculadas a Hamás.
Por su parte, el jefe de los servicios palestinos de seguridad, Rachid Abú Chbak (Al Fatah), presentó ayer su dimisión al presidente de la ANP, Mahmud Abbas, que la rechazó. Sin embargo, Abú Chbak señaló que su dimisión era firme «debido al desacuerdo con el Gobierno y por el fracaso en la aplicación del plan de seguridad».
En otro enfrentamiento, la Policía palestina mató al líder de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa -vinculadas a Al Fatah- en la ciudad cisjordana de Tubas, Raed Abdel Razik, cuando salía de su casa. Según la versión policial, Abdel Razik abrió fuego contra los agentes mientras mostraba una granada de mano. La Policía disparó contra el miembro de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, haciendo estallar la granada.
Delegaciones de Al Fatah y Hamás y otras tres formaciones palestinas se reunieron ayer en El Cairo para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin al enfrentamiento armado entre palestinos.
Las Brigadas Ezzedin al Qassam alertaron a Israel de que «pueden irse olvidando del soldado Gilad Shalit» en poder si continúan atacando objetivos de Hamás.
Fatah al Islam acusó a EEUU de entregar al Ejército libanés «armas no convencionales» y alertó de que «responderá» si se emplean en los campos de refugiados.