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CICLISMO 14ª etapa

Simoni se rebela ante el dominio del líder pero no consigue rematar

El corredor de Saunier lideró una escapada de ilustres en la que no pudieron meterse ni Di Luca ni Cunego

BERGAMO

En esta época de cambios que parece estar viviendo el ciclismo habrá que variar también el concepto de «jornada de transición». Los responsables de ello, la media docena de corredores que ayer reventó la 14ª etapa del Giro -192 kilómetros entre Cantú y Bergamo-, poniendo incluso contra las cuerdas al líder, un Danilo Di Luca que, con la ayuda de su equipo, había controlado hasta la jornada de ayer todos y cada uno de los movimientos de la carrera.

Claro que esta vez no lo tuvo tan fácil, porque los que aprovecharon la ascensión al Passo di San Marco, a mitad de recorrido, no fueron precisamente los aventureros de turno, sino buena parte de los ilustres del pelotón. En la escapada que llegó en cabeza a Bergamo, de hecho, se encontraban todos los hombres fuertes de la carrera, a excepción del propio Di Luca, Damiano Cunego, Riccardo Riccó y Andy Schleck, que tuvo que remontar tras sufrir una caída. Es decir, Gilberto Simoni, Paolo Savoldelli, Stefano Garzelli -vencedor de la etapa- y Eddy Mazzoleni que, junto a Paolo Bettini e Iván Parra llegaron a meta con más de medio minuto de ventaja respecto al grupeto del líder.

Claro que la historia comenzó bastante antes y con otros protagonistas. Entre ellos Iban Mayo que, junto a Bettini, Pinotti, Caucchioli, Rubiera, Baliani, Arvesen, Parra, Rasmussen y Losada, se marchó del pelotón camino de San Marco.

Podía haber sido la escapada del día, pero había demasiados gallos con ganas y con fuerzas, que acabaron por saltar también del pelotón. Entre ellos Gilberto Simoni, con lo que a Mayo le tocó esperar, facilitando que el grupo de ilustres hiciera uno con el de cabeza.

No tardó mucho en romperse esa fuga unificada. El ascenso al segundo puerto del día, menos duro pero tan decisivo como el anterior, volvió a disgregar a los escapados, dejando a los más fuertes en cabeza. Simoni, Garzelli, Savoldelli, Mazzoleni, Bettini, Parra y Baliani que, en los cuarenta últimos kilómetros protagonizaron una auténtica carrera de persecución con el pelotón perseguidor que, encabezado por los grandes daminificados del día, Lampre y, sobre todo, Liquigas -Di Luca se quedó prácticamente sólo-, consiguió reducir distancias sólo en el último tramo.

Con la miel en los labios

Allí quedaba todavía quedaba espectáculo con el que disfrutar, gracias a los cuatro kilómetros de ascenso a la vieja Bergamo con los que concluía la etapa. Simoni atacó con fuerza, pero Garzelli acabó por superarle en los últimos metros. Con la colaboración del tapón de motos de la organización, según protestó posteriormente el muy disgustando líder de Saunier Duval.

A 38 segundos llegaba un reducido grupo encabezado por Di Luca -todavía en cabeza de la general, en la que Simoni se encarama hasta la quinta plaza- y Riccó. Con ellos Patxi Vila, de nuevo el mejor de los nuestros, pese a que pierde una plaza en la general, en una jornada en la que los corredores vascos vivieron lo mejor -la presencia de Mayo en la fuga- y también lo peor. Es el caso de Joseba Zubeldia, que no pudo aguantar más con la fisura que sufre en el sacro y fue uno de los numerosos abandonos de la jornada.

Lavaredo debe despejar todas las dudas

18 años después, el Giro llega a las Tres Cimas de Lavaredo, en la que está considerada la etapa reina de la presente edición -con permiso del Zoncolan-.

Serán 184 kilómetros, que incluyen el Passo di San Pellegrino en el kilómetro 93, el de Giau en el 145 y la ascensión final a Lavaredo: 11'8 kilómetros, con una pendiente media del 6'4% y máxima del 14%.

La jornada, que se prevé lluviosa, debería despejar todas las dudas en torno a los hombres que pugnan por la victoria final.   GARA

ESCAPADAS

La numerosa escapada que se formó en el primer puerto, en la que se encontraba Iban Mayo, dejó paso a otra más reducida, pero con buena parte de los hombres fuertes de la carrera, que pusieron contra las cuerdas a Cunego y, sobre todo, a un Di Luca que ayer se quedó sin equipo

POLÉMICA

Gilberto Simoni -junto a su equipo- fue uno de los hombres más activos del día y también el que más decidido se marchó a por la victoria en la ascensión a la vieja Bergamo. Stefano Garzelli acabó superándole en los últimos metros y el de Saunier Duval acusó a las motos de ayudar a su rival.

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