Entidades de defensa de los derechos humanos y representantes del mundo vecinal, asociativo y del sindicalismo alternativo catalán han hecho público esta semana un manifiesto donde se muestran preocupados por la represión que ejercieron los Mossos d'Esquadra durante la manifestación okupa del 19 de mayo. Los firmantes consideran que «la inmovilización de la protesta durante más de una hora, el hecho de no permitir entrar ni salir a nadie y el uso provocador de punzones -llamados «kubotán»-, representa un grave precedente y un cambio cualitativo en el control y represión de una manifestación».

Agredidos y secuestrados

Más de quince personas, según ha denunciado la Assemblea d'Okupes de Barcelona, fueron agredidas por los Mossos d'Esquadra con un «kubotán» en la manifestación convocada el 19 de mayo en defensa de los espacios liberados. Nunca se había usado una arma punzante de esas características contra manifestantes en Catalunya, aunque no fue la única irregularidad durante la movilización okupa. Desde el inicio un cordón de antidisturbios rodeó a quienes acudían a la convocatoria y les impidió empezar a andar. En ese momento se produjeron los primeros heridos por este arma cuando preguntaban a los policías por qué no les dejaban andar.

La manifestación logró arrancar, pero no pudo despegarse del cordón policial, que impidió que nadie saliera o se sumara a la marcha. Indignados, los organizadores decidieron desconvocar pocos metros después. El nerviosismo y el miedo se habían adueñado del medio millar de manifestantes, ya que varios habían recibido porrazos, puñetazos y pinchazos con el «kubotán», pero el cordón policial les impidió abandonar el lugar durante una hora. La Assemblea d'Okupes ha calificado la actitud policial de «secuestro» y ha anunciado que prepara una querella tanto por el uso del «kobután» como por la «desmesurada» actuación de los Mossos.

No es la primera vez que la Policía autonómica rodea una manifestación en Barcelona, ya ocurrió el 12 de octubre de 2006 y también durante la convocatoria anarquista del 1 de Mayo, aunque entonces dejaron a los manifestantes entrar y salir de la marcha.

La Assemblea d'Okupes hizo público un comunicado en el que interpretaba la actitud de los Mossos como el «giro a la derecha que caracteriza el tripartito y, en concreto, a los responsables de la Conselleria d'Interior, en manos de ICV-EUiA».

Criticas a ICV

Martí Majoral, portavoz de Alerta Solidària (organización antirepresiva de la izquierda independentista), interpreta que la represión que sufrió la manifestación okupa no es un hecho aislado. Majoral considera que el PSOE y los medios de comunicación afines han tratado de poner palos a las ruedas de Saura desde que asumió la Conselleria d'Interior a finales del año pasado. Frente a esta presión, Majoral asegura que Saura no ha sido capaz de poner orden dentro de los Mossos. «Los movimientos sociales nos tendríamos que haber sentido aligerados de la presión policial porque un partido que se presenta como de izquierdas asumía la Consejería», pero añade que no ha sido así: «ICV, dentro de su lógica socialdemócrata, debería haber hecho un replanteamiento estructural del modelo policial, pero ha sido incapaz de evitar este tipo de operativos policiales que coaccionan la libertad de expresión y estigmatizan a los que se manifiestan. Saura no sólo está lejos de modificar las pautas de actuación que están adoptando los Mossos sino que además les aplaude».

Denuncia de torturas

La polémica por la actitud de los Mossos en las manifestaciones ha estallado la misma semana en que se presentaba el informe anual de la Coordinadora por la Prevención de la Tortura en el Estado español, en el que este cuerpo policial no sale bien parado, pues en el primer año completo de su despliegue en Barcelona, las denuncias por torturas han aumentado un 115% (60 en 2005, 129 en 2006).