Mujeres con cáncer de mama reclaman el uso del cannabis y mamografías a los 45 años
Unos novecientos nuevos casos de cáncer de mama se registran cada año entre las mujeres vascas. En un congreso de asociaciones de afectadas celebrado en Bilbo se reivindicó la rebaja de las mamografías a los 45 años -en Nafarroa ya está implantado- y el uso legal del cannabis.
Joseba VIVANCO
La Sanidad Pública le debe aún unas cuantas respuestas a las mujeres afectadas por cáncer de mama. «Damos servicios que la administración no ofrece, de ahí que sea lógico que acepten nuestras reivindicaciones», reclamó Mari Jose Macaya, una portugaluja a la que en 2001 le detectaron esta enfermedad y que este fin de semana se dirigió desde el estrado a las cerca de cuatrocientas participantes en el Cogreso estatal de Asociaciones de Mujeres con Cáncer de Mama celebrado en Bilbo.
Dos son las principales demandas que este colectivo plantea a los responsables sanitarios: legalización del uso terapéutico del cannabis y rebaja de las mamografías a partir de los 45 años en el caso de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa -está en los 50 años-, ya que en Nafarroa se viene aplicando .
Acambi, la asociación vizcaina organizadora del congreso, dio cuenta de que el 90% de los nuevos casos que les llegan son de mujeres de menos de 50 años y de ésos, la mitad tiene menos de 45 años. Sin embargo, el Parlamento de Gasteiz acaba de dar la espalda a la esta reivindicación de rebaja de los screening periódicos. Lo hizo hace sólo unos días la mayoría de los grupos parlamentarios en la Comisión de Sanidad, algo que ha vuelto a molestar y mucho a estos colectivos de mujeres con cáncer de mama, ya que no es la primera vez que se les niega.
Consumo ilegal del cannabis
No es la única exigencia. La otra, la reclamación del uso legal del cannabis para uso terapéutico. En este sentido, Acambi lo ha solicitado formalmente ante el Parlamento de Gasteiz al menos en dos ocasiones, pero a informes favorables que la asociación presenta, la mayoría de grupos políticos responde con otros datos contrarios. «Así las cosas, las enfermas seguiremos consumiento cannabis ilegalmente», dejaron claro.
Otras exigencias pasan por la instauración de los inexistentes test genéticos para cáncer de mama como prestación sanitaria -sólo se realizan con fondos de investigación- y médicos especializados en el linfedema secundario -dolorosa inflamación del brazo-, que no los hay.
Entre un 5 y 10% de los tumores de mama son hereditarios, de ahí la necesidad de los test genéticos, sobre todo en aquellos casos de mujeres que presentan la afección a una edad temprana, entre los 20 y 40 años, y tienen antecedentes familiares.