Victoria amarga y derrota casi decisiva
Natxo MATXIN
Muy pocos aficionados rojillos se marcharon contentos ayer a sus casas con la victoria de su equipo. Si hay una escuadra que cae simpática en El Sadar ésa es la Real y ver que el primer triunfo casero osasunista en la segunda vuelta puede suponer, sin quererlo, su perdición, no es plato de buen gusto.
Pero los navarros ya habían advertido de que necesitaban, al menos, un punto y que el resultado que se produjera en el estadio iruindarra tendría su impacto en otros equipos, especialmente en el otro conjunto vasco metido en el fregado, el Athletic.
Ahora, el mejor favor que pueden hacerle los navarros al resto de sus hermanos futbolísticos no es otro que traerse una victoria en la próxima jornada frente al Betis, otro de los que están en la pelea.