EAE-ANV, segunda fuerza, a 4.000 votos del PSE
EAE-ANV se situó casi en los 73.000 votos en Gipuzkoa, convirtiéndose en la segunda fuerza tras el PSE. Esas dos formaciones se convirtieron en la cara de la contienda electoral en este herrialde, mientras que la cruz estuvo protagonizada por el eje compuesto por PNV-EA.
Mikel JAUREGI | DONOSTIA
La candidatura encabezada por Miguel Buen fue la que mayor respaldo recibió por parte de la ciudadanía de Gipuzkoa, seguida por la de EAE-ANV y la del PNV. El margen entre el PSE y la histórica formación de la izquierda abertzale rondó los 4.000 sufragios, tanto en la liza foral como en la municipal. El notable incremento del voto independentista (se ha pasado de los 64.054 de AuB de hace cuatro años a los 72.880 de Acción Nacionalista Vasca) y la escasa repercusión de la alta abstención en los resultados del PSE (ha perdido poco menos de 2.000 respecto a los comicios forales de 2003) contrasta con el espectacular bajón sufrido por el eje conformado por PNV y EA.
Porque si la cara de estos comicios la protagonizaron PSE y EAE-ANV, la cruz fue para el eje PNV-EA. Hace cuatro años, en la contienda foral, la coalición conformada por ambos partidos consiguió el apoyo de más de 156.000 guipuzcoanos, doblando en número de sufragios a la segunda fuerza (PSE) y haciéndose con la Diputación por mayoría absoluta. Ayer, entre ambas formaciones, no llegaron a sumar 106.000 votos, y el batacazo fue mayor en las elecciones municipales (94.430). La abstención y el caso del presunto fraude en la oficina de Hacienda de Irun parecen haber hecho mella en la lista encabezada por Markel Olano, pese a que la institución foral y los jeltzales se han esforzado en esta campaña por hacer ver que han sido ellos los que «han tirado de la manta».
También EB-Aralar y el PP han perdido apoyos respecto a 2003: algo más de 5.000 en el caso de la primera y más de 15.000 en el de la segunda, lo que provoca que la candidatura encabezada por Mikel Eizagirre supere a la de Regina Otaola.
Municipales
Si la victoria del PSE, el segundo puesto de ANV y la caída jelkide supusieron una relativa sorpresa en los comicios forales, en Donostia no hubo lugar a resultados inesperados. Odón Elorza se postula como claro aspirante a ser reelegido y perpetuar el mandato que ostenta desde 1991 en el Ayuntamiento. El PP quedó a 12.000 votos de la lista del alcalde del PSE, mientras que la lucha por la tercera plaza resultó bastante más reñida de lo esperado inicialmente entre PNV y ANV: los jeltzales superaron a los independentistas por apenas 1.700 sufragios.
Otro dato relevante arrojado por las urnas en el herrialde es que ANV se convierte en la primera fuerza en número de cargos electos municipales: sólo con las candidaturas no ilegalizadas consigue 193 alcaldes y concejales, a siete del PNV. Por cierto, que la suma de los cargos jelkides y de EA (291) se queda muy lejos del que ha ostentado en esta última legislatura (476).
Esos resultados provocan que ANV se haya convertido en primera fuerza en localidades como Hernani (a un concejal de la mayoría absoluta), Oiartzun, Lezo (en ambas gobernará en solitario), Arrasate, Bergara, Pasaia, Urretxu o Legazpi, y que irrumpa con fuerza en muchas otras.
La abstención llegó hasta el 40,08% en los comicios forales, porcentaje que convirtió a Gipuzkoa en el herrialde de menor participación de los cuatro.
Sin ni siquiera contar a los que corresponderían a las listas anuladas en base a los votos recabados, la izquierda abertzale consigue 193 cargos en los municipios, a sólo siete del PNV.
EAE-ANV se proclama primera fuerza con 186 sufragios, tras la cual se sitúa la opción del PNV (los blancos llegaron a 142). El PP, con 27 votos, se vale del «pucherazo» para hacerse con el Ayuntamiento. Con sólo uno lo hace en Elduain.