La huerfanita gótica
«Tideland»
M.I. | DONOSTIA
«Tideland» quiere ser reivindicada como una película maldita, objeto de culto minoritario por parte de los más incondicionales de Terry Gilliam. Ya en el pasado Festival de Sitges trató de ser rescatada del olvido en que había caído y las dificultades para su normal distribución, después de que en 2005 fuera bastante mal recibida en Donostia con críticas adversas. Se trata de una pequeña película realizada durante el parón que el autor atravesaba por culpa de la compleja posproducción de «El secreto de los hermanos Grimm», de un cuento que conecta el surrealismo delirante de «Alicia en el País de las Maravillas» con la estética macabra del gótico americano. Con respecto a la propia obra de Gilliam es un cruce entre «Miedo y asco en Las Vegas» y «Los héroes del tiempo», porque la protagonista es una hija de la generación de las drogas sicodélicas. De padres terminales de la pequeña Jodelle Ferland ejercen Jeff Bridges y Jennifer Tilly.
Dirección: Terry Gilliam.
Guión: Tony Grisoni y Terry Gilliam, sobre la novela de Mitch Cullin.
Intérpretes: Jodelle Ferland, Brendan Fletcher, Janet McTeer,
Jeff Bridges, Jennifer Tilly,
Dylan Taylor, Wendy Anderson, Sally Crooks.
País: Inglaterra-Canadá, 2005.
Duración: 122 minutos.
Género: Fantástica.