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«El fado fue utilizado políticamente; no debemos permitir que eso se repita»

Dulce Pontes

Cantante

Dulce Pontes (Montijo, Portugal, 1969) pisará el escenario del Auditorio Kursaal mañana lunes. Y lo más probable es que lo haga descalza, una suerte para el público, ya que es como más cómoda se siente la intérprete lusa, que acaba de regresar de una gira por Estados Unidos, donde ha entusiasmado a los espectadores de varias salas.

Izaskun LABEAGA

Izaskun LABEAGA | BILBO

Nadie pone en duda el talento de Dulce Pontes, que se ha ganado a públicos de todo el mundo con una reinterpretación del fado abierta siempre a nuevas fórmulas. Su último trabajo, ``O Coração tem três Portas'' (Resis- tencia), supone la confirmación de una trayectoria que va camino de cumplir veinte años. Considerada la voz del nuevo fado portugués, presenta en esta gira que la devuelve a Euskal Herria un disco con el que trata de desterrar la idea de que la música portuguesa es sólo la tristeza y melancolía del fado, a través de la alegría de las melodías del folclore y una visión propia de la música medieval.

Acaba de triunfar en el mítico Carnegie Hall de Nueva York. ¿Qué ha significado para usted poner en pie a un auditorio tan significativo? ¿Se esperaba esa reacción del público norteamericano?

Fue para mí un concierto muy especial. Yo misma me preguntaba por qué el Carnegie Hall tiene la relevancia que tiene, y al actuar allí me di cuenta de la razón: la arquitectura es espectacular y la acústica es buenísima. Es una sala muy generosa tanto para el público como para quien está en el escenario, da gusto cantar allí. La respuesta del público fue magnífica. Ha sido una experiencia muy linda.

No es tan conocida en esa parte del mundo. ¿Cree que ha podido abrir una puerta con esta última gira?

Espero que sí, que sea un punto de partida. Pienso que esta gira, que ha sido la segunda que hago en Estados Unidos, ha sido muy interesante, porque allá no tengo agente, en muchos lugares mis discos no tienen aún distribución... Y la reacción del público fue muy buena, muy receptiva y participativa en todas partes, no sólo en Nueva York, también en Texas, Ohio, California... ante públicos que no tienen mucho en común entre sí. Espero poder seguir trabajando allá, aunque, al mismo tiempo, me cuesta, cada vez más, embarcarme en giras largas porque tengo un hijo de cinco años que hasta ahora me ha acompañado siempre, pero cada vez se hace más complicado.

¿Qué tipo de formación ha elegido para esta gira? Hábleme de los músicos que la acompañarán en Donostia.

En la presentación en directo de ``O Coração tem três Portas'' me acompañan unos músicos excelentes: Amadeus Magalhães (guitarra braguesa, guitarra acústica, flauta y gaitas), Oscar Viana (oboe, que creo que aporta un matiz especial), Davide Zaccaria (cello y bajo acústico), João Simões (percusiones), João Soares y Paulo da Costa (ambos guitarra acústica) y Filipe Lucas (guitarra portuguesa). Es un lujo contar con ellos.

Incluye instrumentos de la época medieval. ¿Cómo ha resultado su incorporación a este espectáculo?

Yo creo que los instrumentos medievales se adaptan muy bien al repertorio que presento, que incluye no sólo fado, sino también otro tipo de temas de música tradicional portuguesa, más alegres y desenfadados: fado de Coimbra, música medieval... Quiero mostrar la música desde diferentes perspectivas, con sus diferentes tonalidades. Es una experiencia nueva que quiero compartir con el público. Por mi parte, yo toco el piano, que es el instrumento que he tocado siempre y del que me ayudo para componer.

Para el espectáculo en directo, ¿qué trae preparado y qué deja a la improvisación?

Lógicamente la base del espectáculo está definida pero siempre me gusta dejar espacio al desafío que supone la improvisación. Lo contrario sería pura repetición, procuro huir de eso siempre.

¿De qué hablan las letras de su último disco?

Hablan de la vida, del amor, de la verdad, del sueño... Hay canciones tradicionales, letras de diversos autores y otras que son mías. Hay crítica política en «Palhaços encapuçados» (que empieza por la autocrítica hacia la política portuguesa, pero cuyo mensaje es universal) y también hay temas de contenido espiritual.

Productora, arreglista, compositora, mezcladora y editora de este trabajo, ha sido muy exigente con el resultado. ¿Qué enseñanzas le ha traído esta forma de trabajar?

Soy muy perfeccionista, no me conformo con que las cosas salgan de cualquier manera. Todavía hoy escucho el disco y no estoy plenamente satisfecha, pienso que quizá debía haber dispuesto los instrumentos de otro modo, que podía haber evitado que unos sonasen por encima de otros. El trabajar así supone mucho esfuerzo, mucha responsabilidad y una implicación total pero, a veces, es así como hay que hacer las cosas para poder hacerlas como una cree que debe ser.

¿Cuál diría que es el tema estrella de su doble álbum?

Es muy difícil escoger un solo tema porque el álbum tiene partes diferentes: una más orgánica y otra más espiritual. Está «O meu menino é d'oiro», dedicada a mi hijo José Gabriel, y que es un tributo a Zeca Afonso. También está «O meu Porto do Graal», que grabé con Uxia en el nicho del convento de Cristo de Tomar, y en el que participa también Carlos Núñez. Pienso que todos los temas reflejan lo que significan para mí: un verdadero ejercicio espiritual, un ejercicio de verdad y de búsqueda permanente, que creo que está dando sus frutos.

Le gusta actuar descalza. ¿Es para usted una necesidad?

Me sirve para sentirme despojada de todo aquello que es innecesario para interpretar. Me ayuda a centrarme totalmente en mis emociones y en intentar transmitirlas al público.

Se ha empeñado en descubrir para el público que el folklore portugués es mucho más que el fado. ¿Qué aspectos de su cultura destacaría?

La cultura portuguesa es muy diversa y, claro, no es sólo el fado. Además, hay muchos tipos de fado, hay muchas otras músicas tradicionales, está el fado de Coimbra... o algunos temas de Zeca Afonso, en el límite entre el fado y el folclore. Yo interpreto un poco de todo, también algunos temas más personales, con instrumentación menos tradicional. Mi deseo es mostrar toda esta riqueza de nuestra cultura, que se conozca y que se disfrute.

¿Cómo vislumbra el fado y al fadista del siglo XXI?

Creo que es muy importante que el fado haya retornado al gran público y que evolucione, pero respetando los orígenes. En Portugal sigue habiendo fadistas que viven como toda la vida, como Argentina Santos, que es para mí quien debería representar el fado como la genuina fadista. Al mismo tiempo, es importante la labor de difusión del fado que están haciendo otras cantantes como Mariza. De todas formas, ahora que se habla del fado como patrimonio de la humanidad, no hay que olvidar que el fado fue muy instrumentalizado políticamente. No debemos permitir que la historia se repita.

Habitualmente cosecha loas. ¿Cómo le afectan las opiniones, favorables o no?

Me gustan más las buenas críticas, claro, pero creo que es fundamental no renunciar a la propia identidad. Yo canto tal y como siento, sin poner límites. Lo más importante para mí es sentirme viva en el escenario; trabajar mucho, tener paciencia y correr riesgos si es preciso.

«La música vasca me parece apasionante, tiene gran riqueza»

Firma el himno de la ceremonia de la Declaración Universal de las Nuevas 7 Maravillas del Mundo, que se celebrará en Lisboa. ¿Qué puede adelantarnos de ese evento y del tema que ha preparado?

El tema que he compuesto se llama «Todos somos um». Lo cantaré junto a Josep Carreras, que es un gran honor para mí, y también junto a una orquesta y un coro de niños de diferentes países, que cantarán en sus propias lenguas. Es un tema de corte clásico, basado en una melodía sencilla, pero que creo que tiene, a la vez, el carácter solemne que merece la ocasión. Habla de la universalidad en el mejor sentido, de que todos, en todas partes del mundo, somos en el fondo la misma cosa.

¿Cuáles son sus candidatas a Maravilla?

Me encanta la Alhambra de Granada.

Ha citado a Carreras, ¿hay en la actualidad otros artistas con los que comparta proyectos?

Ahora estoy centrada en la presentación de ``O Coração tem três Portas'', experimentando con temas nuevos e inéditos. No sé cuándo vendrá la siguiente colaboración, nunca estoy cerrada a nuevas propuestas.

Ha llevado el fado a diferentes contextos. ¿Con qué ritmos cree que confluye mejor?

Mis raíces están en la música portuguesa y lógicamente están sujetas a ella. Pero siempre me ha gustado explorar más allá de las fronteras. Al mismo tiempo, la música portuguesa se alimenta de la música africana, árabe... Es importante reconocer también esas influencias y explorar otra nuevas, es una manera muy noble para la creación y para huir del encasillamiento.

Su voz le ofrece muchas posibilidades. ¿Le resulta difícil cambiar de registros?

Mi voz es multitímbrica, así que soy capaz de interpretar de muchas formas diferentes. Para mí la voz es simplemente un instrumento, mi instrumento, y trato de desarrollarlo al máximo, independientemente de las normas.

¿Es cierto que fuma? ¿Cómo cuida su voz?

Sí, sí fumo... aunque intento moderarme para no dañar mi voz. Procuro no hacer excesos y no descuidar la técnica.

Como compositora, ¿para qué voz le gustaría escribir? y ¿a qué compositor le encargaría un nuevo tema?

Todas las colaboraciones que he hecho en mi carrera me han aportado mucho, y me gustaría repetir con todos, desde Ennio Morricone hasta Pedro Guerra o Luis Pastor.

Conoce la música vasca. ¿Cual es su impresión sobre ésta?

La música vasca me parece apasionante, tiene identidad propia y gran riqueza. Y me parecen muy interesantes los instrumentos vascos.

¿Y qué me dice del público?

Me gusta mucho. El público vasco es muy receptivo y respetuoso. Creo que comprende y comparte las emociones que quiero transmitir, aunque no entienda mi lengua.

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