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EUSKAL BIZIKLETA 2ª etapa

Efimkin y la tormenta convierten a Arrate en juez

El ruso se vistió de azul en el sector matinal y la meteorología obligó a suspender el segundo

Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR

La escapada de Vladimir Efimkin por la mañana y una espectacular tormenta por la tarde dotarán a la última etapa de la Euskal Bizikleta de la emoción con la que la exhibición que realizó Saunier el viernes parecía haber acabado.

Los hombres de Joxean Fernández Matxin siguen acaparando las primeras posiciones, pero han perdido el maillot azul, lo que les obligará a correr hoy al ataque. Sin duda, toda una promesa de espectáculo, sobre todo teniendo en cuenta que las diferencias entre los primeros cinco clasificados son mínimas. Arrate recuperará este mediodía el papel de juez que había venido perdiendo en los últimos años.

El primer responsable de esta pequeña revolución fue Vladimir Efimkin, vencedor del sector matinal y nuevo maillot azul. Una caída evitó que los hombres de Matxin sacaran adelante su propósito de solventar el primer sector de la segunda etapa -92 kilómetros entre Tolosa y Abadiño- al sprint. La caída, que provocó el abandono de Amets Txurruka y Jesús del Nero entre otros, desorganizó el pelotón, lo que permitió saltar del mismo a Efimkin y el incansable Adrián Palomares.

La pareja no tardó en alcanzar los dos minutos de ventaja, aunque sólo el de Caisse d'Epargne tuvo fuerzas para mantenerlos en Kanpazar, en cuyas primeras rampas era ya absorbido su compañero de escapada.

A Saunier, con pocos efectivos tras la caída, le costó organizarse, lo que permitió a Efimkin distribuir una renta que, pese a a reducirse hasta los 52 segundos en la línea de meta de Matiena, le permitió vestirse de azul, con apenas dos segundos de ventaja respecto al hasta ayer líder, Alberto Fernández.

Viento y agua

Pese a la contrarreloj que aún quedaba por disputar, las buenas prestaciones del ruso ya hacían augurar fuertes emociones para la última jornada. La espectacular tormenta que cayó sobre Abadiño acabó de confirmar esos augurios.

Sólo los primeros corredores en tomar la salida se libraron de la galerna que, con lluvia, fortísimo viento y hasta granizo, se abatió sobre la localidad vizcaina. Vallas, pancartas, soportes publicitarios, conos y ramas salieron por los aires, dificultando mucho el desarrollo de la prueba y, lo que es aún peor, poniendo incluso en peligro la integridad de los corredores que, evidentemente, optaron por levantar el pie.

Buen ejemplo de ello son los tres minutos que cedía en línea de meta un Alberto Martínez que había salido con la intención de disputar la etapa y que reconocía no haber corrido nunca bajo semejantes condiciones climatológicas.

La organización apostó en un principio por esperar a que pasase la tormenta, pero el jurado internacional consideró que ni aún así se podrían conseguir unas mínimas condiciones de seguridad en una carretera cubierta de todo tipo de obstáculos, arrastrados por el viento.

Así que la etapa se suspendió, cuando sólo faltaban cinco corredores por tomar la salida. El neoprofesional de Unibet.com Rigoberto Urán, mejor tiempo hasta aquel momento, se alzó con el triunfo parcial, pero en la clasificación general se mantuvieron los horarios establecidos tras el sector matinal.

ESCAPADA

Efimkin se escapó en el sector matinal, aprovechando la desorganización del pelotón tras una caída. Se mantuvo en cabeza hasta Abadiño, lo que le permitió hacerse con el maillot azul.

EL TIEMPO

La organización y el jurado internacional decidieron suspender el segundo sector cuando apenas faltaban cinco hombres por tomar la salida, viendo que la integridad física de los ciclistas podía correr peligro.

Julián Eraso: «Hay que saber reaccionar contra los elementos y por eso creo que es una decisión acertada»

El director de organización de la carrera, Julián Eraso, explicó que tuvieron que adoptar la decisión de suspender la etapa porque «hay que saber reaccionar contra los elementos y creo que ha sido una decisión acertada. Con lo que había caído era peligroso para la integridad física de los ciclistas. Estaba granizando, había un vendaval terrible, no se veía y hemos antepuesto la seguridad de los ciclistas».

Eraso comentó que valoraron la postura de detener la carrera con el presidente del jurado técnico al que le dijo que «en esas condiciones no se podía sacar a los ciclistas a la carretera. Ha sido una decisión tomada en conjunto» e incidió en que «no era una cuestión de que al primero le llueve y al último no. La tormenta y el vendaval no eran normales. Ha sido peligroso para cualquier circulación y mucho más para los ciclistas. Las motos han sufrido bastante para hacer el recorrido, las vallas estaban en el suelo, estábamos a punto de que el viento nos llevase todas las lonas y, en esa situación, hemos decidido suspender la etapa para la clasificación general».

Sin embargo, Eraso tenía claro que la organización debía premiar a los corredores que disputaron la etapa y aseguró que subirían al podium en recompensa a su trabajo. En este sentido, desde la organización de la prueba eibarresa señalaron que se mantendrían los tiempos de la mañana para la general por lo que el ruso de Caisse d'Epargne Vladimir Efimkin seguiría en el liderato.

Su director de equipo, Alfonso Galilea, valoró con cautela la noticia de que su corredor saldría en la última etapa con el maillot de líder. «A la mañana -tras la victoria- hablábamos de que era algo anecdótico. ¿Favorecer? No sé si es mejor o peor. Igual es una putada salir de líder con sólo dos segundos. Algunos igual se está frotando las manos, diciendo `mira que bien el trabajo para otros'. Habrá que pensar cómo lo hacemos y preparamos el trabajo, siendo conscientes de que es fruto de una situación anómala».

El director de la escuadra francesa insistió en que «hay que subir tres veces Arrate y Saunier Duval demostró el viernes que están muy fuertes. Van a ser superiores al resto. No hay duda de que hemos salido bien colocados y que nos quiten lo bailado».

En el pelotón, por su parte, la decisión de suspender la contra reloj individual provocó opiniones divergentes. Para algunos como Patxi Vila fue «una decisión correcta. Estaba bastante peligroso. Estas son cosas que pasan». Alberto Martínez también consideró oportuna la suspensión. «Había trozos de árboles por todo el recorrido. Toda la gente que llevaba rueda lenticular como en mi caso, no podía mantener la bici recta y me he dedicado a llegar».

«La mayoría llevamos ruedas de carbono con zapatas de carbono y cuando están mojadas no frenan prácticamente nada. En el repecho había que bajar prácticamente parado para no acabar abajo en la casa de enfrente».

Tino Zaballa (Caisse d'Epargne), en cambio, se mostró muy enfadado: «Esto es un cachondeo. Entiendo que tenemos que terminar todos. Para esto no me pego el calentón que me he pegado. Llueve, pero no hay curvas peligrosas».

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