GARA > Idatzia > Paperezko lupa

Maite SOROA

Sobre la psique de mujeres y hombres

Hay personas que no pierden oportunidad para decir una tontería. Ayer en «La Razón», Carmen Gurruchaga se revelaba como innovadora teórica del feminismo: «Las mujeres tenemos una innata tendencia a considerarnos culpables cada vez que sale mal algún asunto en el que hemos estado involucradas. Si no, siempre hay cerca un varón dispuesto a plancharnos nuestra escasa autoestima para que reconsideremos la culpabilidad». No crean que se queda ahí la melonada: «El altísimo nivel de autoestima que contiene la psique masculina impide a la mayor parte de los hombres barajar la posibilidad de haber cometido un error (...) Por ejemplo, tras una ruptura de pareja, la parte femenina se ve hecha una birria, convencida de que no sirve para casi nada. Se siente fea, nada inteligente y muy poco atractiva. El hombre, en cambio, no considera que su gordura, fealdad, falta de tacto, malas formas, olor de aliento, dientes montados como los de un cocodrilo o falta de demostraciones afectivas o de inteligencia hayan tenido nada que ver con el fracaso de la relación». ¿Con qué gente alternará la columnista?

Y, ¿a santo de qué venía lo anterior? Pues no se lo pierdan. Sobre esa sólida base teórica explicaba Gurruchaga lo sucedido antes, durante y después de la tregua: «Zapatero no podía ser la excepción. Fracasa en sus negociaciones con ETA y es incapaz de asumir su yerro. Inmediatamente, se reafirma en que él ha actuado correctamente, no se ha equivocado y la culpa es del PP, que si no existiera, tendría que inventarlo». ¡Qué profundidad de pensamiento!

Y, con la seguridad de haber alcanzado las más altas cimas de la reflexión, lo explica en unas pocas líneas: «Yo, por ejemplo, opino que lo ha hecho mal, aunque con la mejor intención del mundo. Y argumento: dos personas que tratan de entenderse han de hablar el mismo lenguaje y los terroristas sólo conocen el de las armas. Por tanto, el Gobierno debe usar las suyas, que son las de la legalidad. Si la desarbola para favorecer a los terroristas, su insaciable voracidad exigirá más hasta que resulte imposible seguir concediendo. La alta autoestima del Presidente le ha impedido aceptar que su error ha sido afrontar mal las conversaciones». O sea, la culpa es de la autoestima. ¡Qué bueno!

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo