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tras el Fin del alto el fuego de ETA

Gobierno y PP repiten los discursos de su reunión de marzo de 2006

El Gobierno español y el PP reiteraron ayer, tras la reunión de Zapatero y Rajoy, su voluntad de retomar la unidad entre ambos para lograr «la derrota de ETA». El encuentro fue definido como «primer paso» para recuperar la confianza. Igual que el 28 de marzo del pasado año.

Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

«Zapatero y Rajoy sientan las bases para recuperar la confianza y la unidad frente a ETA», era el resumen que la agencia EFE hacía ayer del encuentro entre el presidente del Gobierno español y el del PP. «Zapatero y Rajoy constatan pasos para recuperar la unidad y la confianza» fue el titular que transmitieron tras la reunión del 28 de marzo de 2006, a los pocos días de que ETA anunciara su alto el fuego. En la edición digital de «El País» de ayer se podía leer que «Zapatero y Rajoy dan `un primer paso' para recuperar la unidad», en la portada del 29 de marzo del año pasado escribían que «Zapatero y Rajoy se comprometen a buscar juntos el fin de ETA» y que la cita se había definido como «un primer paso para recuperar el consenso en la lucha antiterrorista».

Es decir, el Gobierno y el principal partido de la oposición reiteraron ayer el catálogo de buenas intenciones y promesas de colaboración que ambos suponen que desea oir la opinión pública española en los momentos trascendentales. Pero como la reunión de ayer no venía precedida del anuncio de un alto el fuego sino de su final, el lenguaje que emplearon ambas partes fue más rudo. El PP puede apuntarse la victoria de que la vicepresidenta del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, se refiriera hasta en cinco ocasiones a «la derrota de ETA», expresión de la que han hecho bandera Mariano Rajoy y los suyos.

El dirigente del PP llegó a la Moncloa a las 11 de la mañana precedido -como también ocurrió el año pasado- de una larga historia de desencuentros que se extendieron hasta las primeras declaraciones matinales de ayer mismo. Y salió de ella satisfecho y ofreciendo al presidente del Gobierno todo su apoyo a fin de «derrotar a ETA», como hace catorce meses.

José Luis Rodríguez Zapatero, por su parte, le ofreció a Rajoy «un diálogo permanente y bilateral» para «asentar nuevamente» las líneas básicas de la estrategia contra ETA, en las que «todas» las fuerzas se sientan representadas buscando un «espacio de mínimos». ¿O eso fue en marzo de 2006? Ha sido igual en ambas reuniones.

Rajoy, discurso de gobierno

Mariano Rajoy dio cuenta de los resultados del encuentro dejando claro que «no hay ningún cambio por mi parte. Estoy donde he estado siempre, ofreciendo todo mi apoyo para derrotar al terrorismo y nada más que para derrotar al terrorismo. No para negociar».

Rajoy dijo estar satisfecho de haber transmitido ese mensaje y, con ello, de haber «cumplido con mi obligación ante los españoles». El presidente del PP aseguró que «España ha sido amenazada y ahora toca actuar». Según apuntó, «no es hora para los reproches ni para analizar la credibilidad del presidente del Gobierno». Pero con un «tiempo habrá» quiso dejar claro también que hay motivos para ello.

Hubo pasajes de la intervención de Rajoy, como cuando dijo que ETA «debe perder cualquier esperanza de conseguir sus objetivos políticos; debe saber que no combate a un gobierno sino a 40 millones de españoles entre los que no encontrará fisuras», en los que más parecía hablar como el presidente del Ejecutivo y director de la política contra ETA que en su condición de líder del principal partido de la oposición.

Se fue calentando y hubo un momento en el que, en el fragor del discurso, Rajoy llegó a decir que «ETA es una gran nación», aunque rectificó de inmediato para apuntar que «España es una gran nación».

En todo caso, Mariano Rajoy dejó ayer de decir que el Gobierno del PSOE debe rectificar, y tampoco habló de poner condiciones a su colaboración. Sí señaló que le había reiterado a Zapatero que resultaría «muy importante» la ilegalización de ANV y, si hubiera tiempo, evitar que sus concejales tomen posesión de sus cargos. Además, también transmitió al presidente su «preocupación por lo que pudiera ocurrir en Navarra y en Alava y su Diputación».

Por parte del Gobierno la encargada de comparecer ante los medios de comunicación fue la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, que calificó el encuentro como «muy positivo».

Búsqueda de unidad

Según explicó, también el Ejecutivo ha optado por dejar atrás el «intercambio de reproches inútil» y que su intención no es la de lograr «adhesiones inquebrantables», sino la de «avanzar todos juntos para acabar con la violencia, buscando un espacio de mínimos».

De la Vega precisó en este sentido que en el encuentro no se habló del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, sino que se fijó una «metodología» para trabajar en el actual «momento», basado en el «diálogo, confianza, trabajo conjunto entre presidente y líder de la oposición, entre el Gobierno y el PP y entre el Ejecutivo y el resto de fuerzas políticas para sumar y buscar el mínimo denominador». «Que ETA tenga claro que todos los demócratas vamos a acabar con la violencia, ese es el objetivo fundamental de la reunión», resumió, aseverando que ETA debe saber que no tiene «resquicio alguno».

Además del cauce bilateral con el PP, Rodríguez Zapatero se reunirá mañana con todos los grupos parlamentarios, y el ministro del Interior continuará los encuentros con los representantes «de todas las fuerzas políticas democráticas con representación parlamentaria» para «informar, compartir y buscar esa unidad imprescindible para acabar con el terrorismo».

Vigilancia de ANV

En cuanto a la petición de ilegalización de ANV, De la Vega señaló que Zapatero le había explicado a Rajoy que ésta, de momento, es «inviable» porque se trata de una formación que «cuenta con los avales democráticos» y dos sentencias recientes del Tribunal Supremo y del Constitucional. Pero advirtió que el Gobierno «actuará con toda contundencia» en el caso de que ANV cruce «la línea marcada por la legalidad democrática». Sobre los gobiernos de Nafarroa y Araba, el presidente del Ejecutivo señaló que las decisiones se tomarán en Nafarroa y en Araba pensando primero en los intereses de su ciudadanía, segundo en el de los españoles «y, por supuesto», considerando la voluntad de cambio expresada en las urnas».

Si así sucede, será un buen momento para ver cuánto duran los discursos de ayer.

Zapatero

El Gobierno busca un acuerdo de mínimos que reuna a todos los grupos parlamentarios. Vuelve a anunciar un cauce bilateral con el PP y reuniones con el resto. Zapatero mantendrá mañana un primer encuentro con todos los grupos.

Rajoy

Insiste en que está «donde siempre» y aclara que su apoyo al Gobierno es «para derrotar a ETA, no para negociar». Estaría «encantado» de abrir el Pacto Antiterrorista al PNV si apuesta por esa derrota.

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