Portillos de Sálvada Del portillo de Aro al puerto viejo de Angulo
Cualquier sector de Sierra Sálvada ofrece paisajes espectaculares. Todo su trazado está presidido por la gran muralla que presenta sobre tierras de Aiara. Varios pasos y portillos aprovechan los puntos débiles de los cortados para superar el desnivel. En nuestra ruta de hoy vamos a pasar por dos situados al occidente de la sierra, que desde la Edad Media fueron vías históricas hacia Castilla: uno muy conocido, el de Aro; y otro muy desconocido, el puerto viejo de Angulo.
Hacia el portillo de Aro
El pequeño núcleo burgalés de Haedo de Angulo (470 m), lindante con Aiara, disfruta de un bellísimo paisaje de montaña. Hundido entre la altiva peña de Aro, los escarpes de Urieta y la cascada de San Miguel, su propio nombre ya hace referencia a los hayedos que caen de Sálvada hasta allí. Nos servirá de punto de partida para alcanzar el portillo de Aro. Tan sólo tendremos que seguir el camino que continúa desde las casas del pueblo en dirección este, con el gran saliente de la peña de Aro presidiendo las alturas. Se trata de un carretil muy antiguo hacia los altos de la sierra. Gana altura por la ladera envuelto en un sombrío hayedo kárstico, y en su último tramo calzado describe varias revueltas que hoy ya no se usan por utilizarse la pista hormigonada que viene de Añes y Salmantón. Cruzamos la barrera metálica del portillo (990 m 1,15 h) y dejamos la pista principal para subir a la derecha, próximos al corte, por el hayedo de Curtiveranos.
Ganamos la zona superior, de amplias lomas despejadas cubiertas de brezales. Un vistoso paseo de altura nos lleva al buzón del Urieta o Moscardero (1116 m 2 h). Siguiendo hacia el oeste afloran los suaves lapiaces del campo del Moscardero, y un poco más adelante la sierra describe un recodo hacia el sur. Siguiendo el rumbo que traíamos, destrepamos unas gradas fáciles y descendemos por fuertes pendientes de hierba, en las cercanías del portillo del Abate, hacia el llamado huerto de San Miguel. Al fondo de esta depresión se situó hace siglos una ermita dedicada a este santo. Cruzamos el río (750 m 2,30 h) que surge en la cueva de San Miguel el Viejo (río subterráneo de más de 4 km de desarrollo) y luego se precipita en un espectacular salto. En la otra orilla, una pista de tierra nos eleva 50 metros y sigue cómoda hasta las cercanías del puerto de Angulo, donde las hayas dan paso al bosque de pino silvestre. Por la cercanía de la carretera, esta zona es muy frecuentada por paseantes y cazadores en la época de la pasa.
El puerto viejo de Angulo
Para el regreso al punto de partida utilizaremos el puerto viejo de Angulo, una vía medieval que fue uno de los principales accesos a la meseta castellana desde el Cantábrico. Tras la construcción de la carretera actual su trazado, abandonado y conquistado por la vegetación, quedó en el olvido. Hoy en día es difícil reconocerlo, siendo recomendable hacerlo en sentido descendente. Unos 100 metros antes de que lleguemos a la carretera, el histórico camino se abre paso por un modesto boquete en la roca (720 m 3 h) en dirección norte, que para la mayoría pasa desapercibido. Se cuenta, entre la historia y la leyenda, que aquí se otorgó el valle de Aiara al conde don Vela. De inmediato, una serie de sorprendentes revueltas salvan la parte más vertical. Luego debemos estar muy atentos para seguirlo, ya que describe una travesía a la derecha (Este) con poco desnivel. Por último, baja definitivamente entre hayas hasta el fondo del valle, para dar a un camino de tierra que desemboca en la carretera unos metros antes del núcleo burgalés de Haedo de Angulo, nuestro punto de partida (3,45 h).