El trabajo y la explotación infantil afectan a un total de 218 millones de menores
Un total de 218 millones de niños trabajan actualmente. 126 millones lo hacen en condiciones peligrosas y 8,5 como simples esclavos. La OIT espera que en una década se puedan eliminar las «peores formas» del trabajo infantil. Ayer era el día mundial contra esta práctica.
GARA |
En la actualidad, el trabajo infantil afecta a 218 millones de menores en el mundo, de forma muy especial en la agricultura, que registra el 70% de los niños trabajadores, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Unos 132 millones de menores que trabajan en este sector tienen entre 5 y 14 años. Por ello, la OIT y cinco organizaciones internacionales agrícolas formaron ayer una alianza para «eliminar las peores formas de trabajo infantil».
Pese a que la realidad ofrece un crudo panorama, la OIT se mostró optimista sobre la posibilidad de erradicarlo «en sus peores formas» en 10 años y «en su totalidad» en tres décadas. El director general de la oficina de la OIT en el Estado español, Juan Hunt, aclaró que la organización «no se opone a todo el trabajo infantil, sino a que sean explotados y no desarrollen las actividades que les permiten realizarse como personas».
Por su parte, Save the Children aprovechó la celebración de ayer para presentar el informe «Rompamos las cadenas de la esclavitud infantil». En él denuncia que de los 218 millones de niños que trabajan, 126 millones lo hacen en condiciones peligrosas y 8,5 como esclavos, «atrapados en empleos ilegales, degradantes y peligrosos que destruyen su infancia».
Entre las peores formas de exclavitud, Pepa Horno destacó la trata infantil, «un crimen de bajo riesgo y altos beneficios que mueve anualmente 23.500 millones de euros» o la explotación sexual, del que son víctimas 1,8 millones de menores.
En cuanto a los niños soldado, recordó que aún hay 300.000 menores de 15 años relacionados con algún conflicto bélico. Subrayó también que un millón de niños trabaja en minas y canteras de oro y diamantes.
En términos generales, precisó que «el trabajo infantil aglutina una variedad multiforme que no admite respuestas unívocas. Por una parte, les sirve para sobrevivir y por otra, les puede conducir a la muerte o ponerles en riesgo de sufrir maltrato físico o sicológico».
En este sentido, Juan Aladino Valdiviezo, líder del movimiento de Niños y Trabajadores en Perú, relató que desde que tenía 7 años ha trabajado «vendiendo artículos de limpieza, cargando maletas o como ayudante de cocina». «Hay que luchar contra la explotación, no contra el trabajo infantil, ya que sin él, la mayoría de menores del sur no podríamos vestirnos, ir a la escuela o jugar». Eso sí, exigió «una forma de trabajo digna que haga al niño sentirse reconocido y valorado».
La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) afima que, a diario, 132 millones de menores de entre 5 y 14 años se ven «forzados a trabajar la tierra, a menudo en condiciones insalubres y peligrosas».
«Yo viví esa dura fase, necesité trabajar para ayudar a mis padres y ahora puedo decir que mi hija no deberá trabajar», manifestó. El cantante brasileño tiene proyectos de ayuda en el barrio Candeal de Salvador de Bahía.