Patxi Puñal, capitán de Osasuna, fue el encargado de emitir un aviso a los navegantes que puedan empezar ya a especular sobre el partido contra el Atlético de Madrid. «Estuvimos bien con Aguirre y compartimos más alegrías que penas, pero, como hombre de fútbol que es, ya sabe que el domingo no se le va a regalar nada», dejó claro el uhartearra.

Más bien al contrario, todavía escuece lo ocurrido en la ida liguera -«El Vasco» calentó el encuentro y los rojillos acabaron con siete-, si bien el pivote rojillo no quiso echar más leña al fuego. «No afrontamos el choque como una venganza, ni siquiera jugamos así contra el Betis. Lo que queremos es que se vuelva a ver buen fútbol en nuestro estadio», aseguró.

Al igual que ocurriera con la Real y el Betis, los navarros van a salir a por la victoria sin contemplaciones. Puñal, que todavía continuaba dolido «porque se hubiera dudado de nosotros», manifestó que «hubo mucha gente que habló y no hizo más que meter la pata». «El Atlético va a venir a arriesgar y presionar porque se juega la temporada, pero ya veremos qué es lo que ocurre», comentó.

Respecto a la posibilidad de que Raúl García juegue contra los que serán sus compañeros la próxima temporada, el capitán prefirió no pronunciarse, aunque sí reconoció que ello ha generado bromas en el vestuario. «Mejor que cada uno hable de él, que haga lo que crea mejor. De todos modos, es un papel complicado el que tiene Raúl, pero es suficientemente maduro o puede pedir consejo», dijo.

La plantilla osasunista, que guardará descanso hoy, sigue preparando el envite ante los colchoneros con las bajas seguras de Krutxaga y Delporte -el de Ezkaroze estuvo en Tajonar con muletas y el francés se desplazó a un centro especializado de Capbreton para una valoración muscular de sus piernas-, además de Nekounam, Webó -con su selección-, y Soldado, que continúa con su pubalgia.

El partido, que será dirigido por el colegiado andaluz Medina Cantalejo, podría ser la séptima derrota consecutiva del Atlético de Madrid en sus visitas a El Sadar, un campo que en las últimas temporadas se le viene atragantando. Tanto en Liga como en Copa los madrileños llevan sucumbiendo en Iruñea desde que en la temporada 1993-94 vencieran por 0-1 con un gol de Soler.