Superada la angustia de tener que luchar por evitar el descenso, el intrascendente partido de esta tarde en Mendizorrotza debe servir para que el alavesismo clame por enésima vez por su rápido cambio de manos. Sin la presión de la clasificación, Mendizorrotza debe ser esta tarde la simbiosis entre la reivindicación de un nuevo modelo de gestión y la celebración del inicio de un nuevo ciclo que no puede dilatarse mucho más de la próxima semana.

Pese a los cambios de humor y las bravuconadas del ucraniano, Javier Tebas tiene más que encarrilada la venta del 51% de las acciones al grupo alavés de empresarios, algo que debería ocurrir la próxima semana, pero después de todo lo pasado nadie se fía ya de nadie y la firma de este acuerdo se aguarda con más impaciencia que el mayor de los títulos.

Muchas novedades

En el plano deportivo, la intrascendencia de los puntos en el choque ante una Ponferradina descendida a Segunda B hará que Quique Yagüe presente un once inicial plagado de novedades. Al margen de la cantidad de bajas, como los lesionados Edu Alonso, Coromina o Pablo Casar, el técnico abulense admitió ayer que dará minutos a jugadores como Thiago Gentil o Elton, que no han tenido muchas oportunidades durante la temporada pero a los que quiere agradecer su profesionalidad durante una temporada tan complicada.

También confirmó el entrenador albiazul que será Gaspar el jugador que ocupe las bajas de Coromina y Edu Alonso en el lateral derecho, pasando Santi Carpintero a jugar de central.

La otra novedad en la convocatoria fue la incursión de John Aloisi, que podría tener la oportunidad de despedirse de su afición, una vez superada la lesión que lo ha mantenido de baja los últimos meses. También esperarán esa oportunidad, probablemente en el banquillo, jugadores como De Lucas, que jugará en el Murcia la próxima temporada, o Jandro, que también podría cambiar de aires.