Cerca de 200 motoristas se manifestaron ayer por las calles de Bilbo, convocados por varios grupos de usuarios, para pedir la adecuación a los usuarios de motocicletas y bicicletas de las medidas de seguridad con que cuentan las carreteras vascas.

En el comunicado al que se dio lectura en el Palacio Foral al final de la marcha se denunció que hay una exigencia «incondicional» de mayor seguridad porque «es vergonzoso recorrer nuestras carreteras en moto».

«Cualquiera de nosotros puede ver cientos de trampas repartidas en los casi 1.500 kilómetros de la red vizcaina. Ya no sólo hablamos de guardarraíles. Cierto es que son un sistema obsoleto. Un sistema que, objetivamente, ha salvado miles de vidas, pero que se muestra especialmente agresivo con los usuarios de bici y moto. Cierto es también que su sustitución es anecdótica y, en muchas ocasiones, incorrecta. Volvemos a reclamar lo mismo», añadió. Guardaron un minuto de silencio por los compañeros muertos.