El ataque se produjo a primeras horas de la mañana frente a la Comandancia de la Policía provincial en Kabul, cuando una fuerte explosión tuvo lugar en el interior de un autobús de instructores policiales. Según las primeras estimaciones, al menos 35 personas, entre ellas 22 instructores, perdieron la vida en el atentado, que también dejó otros 35 heridos.

La explosión convirtió en un amasijo de hierros el autocar, que se disponía a arrancar, y mató a todos sus ocupantes, excepto a tres.

El jefe de la Brigada Criminal de Kabul, Alí Shah Paktiawal, se mostró «seguro al 90%» de que se trató de una bomba, porque la gran cantidad de explosivo empleado habría hecho difícil su transporte por una sola persona.

La propia UE había elegido el día de ayer para la ceremonia de presentación en Kabul de su misión de entrenamiento de la Policía afgana, que ocupará a unos 160 expertos, algunos de los cuales -principalmente alemanes- se encontraban presentes en el lugar del atentado.

Autoría talibán

Los talibán se apresuraron a reivindicar la autoría de este atentado que, por su dimensión, es el más grave registrado en Afganistán desde la invasión del país en noviembre de 2001 y la caída del régimen fundamentalista, por boca de su portavoz Zabiullah Mujahid.

«Nuestros muyaidines habían planeado ese ataque desde hacía mucho tiempo. Y hoy lo conseguimos», declaró Mujahid.

A una distancia apreciable de los principales feudos de los talibán, Kabul, sin embargo, ha sido golpeada desde la llegada de la primavera en varias ocasiones por los atentados, aunque ninguno de la envergadura del registrado ayer.